jueves, abril 18, 2024

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LA CRISIS BANCARIA EN LOS EE UU Y EN EUROPA: “El EMPERADOR ANDA DESNUDO”

Mucho se ha comentado sobre la crisis bancaria actual. Desde luego, no hay escasez de excelentes análisis en dicho cometido. Sin embargo, inexplicablemente, no nos ha tocado toparnos con ningún análisis que toque un aspecto fundamental, estructural, de la crisis.

Se trata de un concepto extraordinariamente simple, pero de una trascendencia difícil de exagerar, que tiene que ver con la administración de riesgos en su aspecto más básico.

Tradicionalmente se considera que una empresa, de cualquier giro o tamaño, que está financiada al 50% con deuda y el resto con capital propio está en el justo medio, ni muy agresiva, ni muy conservadora en dicho aspecto. Desde luego, en igualdad de circunstancias, es más deseable un porcentaje menor de apalancamiento.

En el extremo del conservadurismo hay algunas empresas que operan con niveles ínfimos de deuda, no más allá de un 10 o 20% del activo total.

Sin embargo, por alguna razón imposible de sustentar y defender, un estándar global aceptable de apalancamiento en el sector bancario (y en el financiero en general) es operar con un apalancamiento alrededor del 90%, es decir, por cada $1 de capital manejar $9 adicionales de deuda. Ese nivel de apalancamiento es verdaderamente grotesco, inaceptable, ya que conlleva un nivel de riesgo exageradamente elevado. Encima de lo anterior, el sector bancario (no así el resto del sector financiero), también por alguna razón inexplicable, contabiliza los depósitos de sus clientes dentro de su propia contabilidad, como si se tratara de recursos propios. Una verdadera aberración tanto de lógica, contable/legal, como de administración de riesgos. Las casas de bolsa, por ejemplo, contabilizan los recursos de terceros de manera segregada, aparte, como debe de ser.

Dadas pues las dos consideraciones anteriores, es virtualmente inescapable que cualquier tipo de estrés sobre la economía y sobre su sistema financiero inevitablemente es magnificada en el sector bancario, con consecuencias en cascada innecesariamente onerosas sobre el resto de la economía.

El mercado financiero global, y en particular el bancario, está pues cimentado sobre premisas extremadamente endebles y absurdas. ¿Tan grandes son los conflictos de interés en la sociedad contemporánea que no hay una sola iniciativa en ningún país para intentar corregir y revertir tan desafortunado y absurdo estado de cosas? ¿La relación Costó/Beneficio de la estructura financiera actual y de las últimas décadas de la banca global realmente es deplorable.

¿Por qué tanta ceguera y/o reticencia para aprender y evolucionar en un aspecto tan fundamental en la economía global? Un sistema bancario realmente sólido, bien capitalizado, es lo que el mundo requiere, no uno tan frágil y propenso a grandes quebrantos y problemas como el actual.

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*Presidente de Honor de ESESA; Presidente Ejecutivo de la Fundación Manuel Alcántara; Presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas; Vicedecano del...

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