martes, noviembre 25, 2025

Preocupación por la gripe aviar en Europa

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (organismo científico conocido por sus siglas en inglés, EFSA) ha recomendado este lunes a los países comunitarios reforzar...
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La otra guerra que viene por el control del espacio

En Europa, llevan largos meses debatiendo cómo fortalecer más su seguridad  ante el nuevo teatro de una guerra en el siglo XXI que va más allá de las bombas y de los misiles porque es híbrida y sucede también por Internet; y en el espacio a través de los satélites que son piezas clave para que las capacidades tecnológicas en el renglón de la defensa puedan funcionar a cabalidad.

La batalla por el dominio del espacio juega parte de las maniobras de las grandes potencias. Hace unos meses, Javier Izquierdo, director de Estrategia de Hispasat, señaló que rápidamente está creciendo el interés tanto de los gobiernos, como de las áreas de Defensa, por   el domino del espacio. El ejecutivo de esta multinacional española operadora de satélites de comunicaciones recordó que en 2019, Estados Unidos creó una Fuerza Espacial y, en 2023, España anunció el Mando del Espacio.

El concepto del espacio dentro de una estrategia de seguridad va más allá de la colocación de satélites, significa también desarrollar las capacidades  en infraestructura necesaria para llevar al espacio a  dichos satélites pero también para tener la capacidad de explorar el universo donde la última frontera no es ya la vuelta del ser humano a la Luna.

A este respecto, María Amparo Valcarce, secretaria de Estado de Defensa, durante su participación en el Foro de la Nueva Economía, al que asistió  Vértigo,  dijo que el espacio se ha convertido en un importante catalizador para la transformación de las relaciones internacionales en el ámbito de la seguridad.

“España no se va a quedar a la zaga en la tendencia internacional de considerable aumento de las inversiones en material y equipo. Ya estamos dando los pasos necesarios para garantizar una adecuada financiación de la defensa nacional”, afirmó.

La estrategia explicó Valcarce pasa por contar con una base tecnológica e industrial de la  defensa avanzada  no solo para dotar a las fuerzas armadas de  las capacidades que precisan, sino también para  garantizar su libertad de acción e independencia estratégica.

 “El Ministerio de Defensa apoya decididamente a la industria española del sector espacial como elemento clave para el desarrollo y potenciación de la economía española, favoreciendo modelos abiertos y de demostrada eficiencia, como los de colaboración público-privada. Y apuesta también por el uso de tecnologías duales y el impulso de iniciativas civiles-militares en el desarrollo y explotación de sistemas espaciales, que permitan la reducción de los costes y el

aumento de la resiliencia y la eficiencia”, destacó en dicho evento.

Además de España,  en 2022, el conjunto de la Unión Europea (UE) dio un paso significativo a través de la Brújula Estratégica  al presentar su plan de Estrategia Espacial de la UE para la Seguridad y la Defensa.  En este plan se ponen las bases para el uso del espacio convirtiéndolo en la nueva atalaya.

Ha sido la invasión de las tropas rusas a Ucrania, el 24 de febrero de dicho año, el parteaguas para acelerar el interés por desarrollar nuevas y mejores capacidades de defensa. Sobre todo por la dependencia militar y estratégica hacia Estados Unidos que no siempre está dispuesto a ser un aliado incondicional como lo ha vuelto a demostrar, Donald Trump, en su retorno a la Presidencia de EU.

“En el contexto geopolítico actual de creciente competencia entre potencias e intensificación de las amenazas, la UE está tomando medidas para proteger sus activos espaciales, defender sus intereses, disuadir las actividades hostiles en el espacio y reforzar su postura estratégica y su autonomía”, de acuerdo con información de la Comisión Europea.

          En realidad, hay muchos pasos que dar y uno clave tiene que ver con una ley espacial que en junio pasado tuvo algún avance en la Unión Europea formada por 27 países miembros.

La Comisión Europea propuso nuevas medidas para que el sector espacial europeo sea más limpio, seguro y competitivo: “En la actualidad, las normas espaciales europeas están fragmentadas, lo que frena la innovación, reduce la cuota de mercado europeo y genera costos adicionales; es por eso que un marco armonizado a nivel de la UE garantizaría la seguridad, la resiliencia y la responsabilidad medioambiental, al tiempo que ayudaría a las empresas a crecer y expandirse más allá de sus fronteras”.

La Ley Espacial de la UE tiene por objeto reducir la burocracia, proteger los activos espaciales y crear unas condiciones de competencia equitativas y previsibles para las empresas.

Fundamentalmente, se apoya en  tres pilares: 1) La seguridad, las nuevas normas sobre el seguimiento de objetos espaciales y la limitación de nuevos desechos, a fin de preservar el acceso seguro e ininterrumpido de Europa al espacio; 2) la resiliencia: requisitos de ciberseguridad adaptados para reforzar la protección de la infraestructura espacial europea y garantizar la continuidad de las actividades; y, 3) la sostenibilidad: los operadores tendrán que evaluar y reducir el impacto medioambiental de sus actividades espaciales, al tiempo que se benefician del apoyo a la innovación en tecnologías emergentes, como servicios de mantenimiento en el espacio para ampliar la vida útil de los satélites y reducir los desechos.

Un espacio sin límites

          En lo del espacio, los gobiernos van un paso atrás en materia regulatoria, mientras que las empresas privadas interesadas en el tema llevan dos pasos por delante. Lo más paradójico es que no hay una ley espacial mundial que ponga las reglas claras en cuanto a la exploración y explotación del espacio.  Y eso va camino de generar muchos roces.

          De acuerdo con el periódico británico The Independent, Elon Musk quien es el hombre más rico del mundo, es también la persona más  poderosa del espacio. “Musk con su empresa SpaceX controla dos tercios de los satélites”.

          Hace poco, puso en órbita su satélite 10 mil y tiene en mente continuar colocando más satélites aunque ya tiene 1 mil 500 satélites Starlink inactivos.  Musk posee más información privilegiada que por ejemplo el Pentágono o cualquier otro actor estatal.

“El dominio de SpaceX ha generado preocupaciones sobre la cantidad de poder que ejerce la persona más rica del mundo a través de su control de la red Starlink. En 2023, Musk afirmó que tenía más datos económicos globales en tiempo real que nadie en el mundo”, de acuerdo con The Independent.

El rival más cercano de SpaceX, en lo que respecta al tamaño de la constelación es actualmente OneWeb, que tiene 651 satélites en funcionamiento. Aunque no le hace sombra a SpaceX,  la historia de OneWeb no ha sido sencilla viene de un fracaso que llevó a su bancarrota y terminó siendo adquirida por el gobierno británico y una empresa india llamada Bharti Global. Y, ahora, intenta competir con un gigante como  Musk, en sitios como África o diversos países de Asia donde hace falta extender la conectividad de Internet y de la telefonía celular .

Musk es ambicioso quiere llegar hasta los 42 mil satélites aunque la durabilidad de los mismos, que son cinco años, generan controversia por la llamada chatarra espacial.

“Los videos de los escombros de Starlink quemándose en el cielo nocturno han aparecido en las redes sociales en las últimas semanas y el astrónomo Jonathan McDowell registró un promedio de entre uno y dos satélites de SpaceX que salen de órbita cada día en 2025”, destaca la prensa británica.

¿Cómo sancionar o responsabilizar a estas empresas que operan sin control alguno? Un interesante análisis de  Madi Gate para la Universidad de Nueva York,  destaca que la industria espacial comercial está transformando rápidamente la ciencia ficción en realidad. Y, empresas como SpaceX y Blue Origin están redefiniendo el acceso al espacio, mientras que el programa Artemis de la NASA, con el apoyo de entidades comerciales, reaviva la carrera hacia la Luna.

Su análisis titulado Houston, tenemos un problema: la incapacidad del derecho internacional para regular la exploración espacial indica que ha llegado el momento de plantearse los marcos legales que rigen las actividades espaciales y la responsabilidad en el espacio de los actores no estatales.

“El régimen de derecho espacial internacional, desarrollado durante la carrera espacial de la era de la Guerra Fría, surgió en un momento en que la actividad espacial privada era prácticamente inexistente y cuando solo dos naciones tenían capacidades espaciales”, de acuerdo con Madi.

Pero este escenario ha sido modificado en la última década y como señala la investigadora, ni las organizaciones internacionales ni los Estados han establecido definitivamente los límites legales del espacio ultraterrestre. “Esta falta de acuerdo deja sin resolver cuestiones críticas de soberanía y jurisdicción, lo que complica los esfuerzos por crear un marco jurídico amplio para las actividades espaciales”.

A Musk le sale un competidor

Al parecer, Musk no será solo el dominante en el espacio porque le ha salido un competidor de gran tamaño recientemente formado por tres potentes multinacionales europeas del sector militar, de defensa y aeroespacial como son: Airbus, Leonardo y Thales.

          El pasado 23 de octubre, dichas empresas unieron esfuerzos para mejorar sus capacidades combinando las tres actividades respectivas en la fabricación de sistemas espaciales y de satélites y servicios espaciales.

          La intención es fortalecer el ecosistema espacial europeo apoyando la autonomía estratégica y la competitividad, para garantizar que Europa refuerce su papel como actor clave en el mercado espacial mundial. La meta es que esté operativa en 2027.

Al unir fuerzas, Airbus, Leonardo y Thales, pretenden reforzar a Europa en el espacio y eso implica no depender de Estados Unidos y ser dueños de sus propias infraestructuras en el espacio; así, como controlar, los servicios críticos relacionados con las telecomunicaciones; la navegación global; la observación de la Tierra y hasta contribuir en la exploración de los planetas.

          A la espera de recibir luz verde por parte de las autoridades correspondientes, se espera que la combinación de estas multinacionales genere millones de euros de sinergias anuales totales; y, que la inclusión, de la  Inteligencia Artificial en los proyectos de defensa para el espacio puedan acelerarse.

 Una vez concluida la transacción, esta nueva empresa abarcará las siguientes aportaciones: 1) Airbus contribuirá con sus negocios Space Systems y Space Digital, procedentes de Airbus Defence and Space; 2) Leonardo contribuirá con su división espacial, incluidas sus acciones en Telespazio y Thales Alenia Space; y, 3) Thales contribuirá principalmente con sus acciones en Thales Alenia Space, Telespazio y Thales SESO.

Además, esta entidad combinada, contará con 25 mil trabajadores en toda Europa. Entre sus primeros objetivos, ir a la vanguardia de las misiones espaciales en todos los dominios, incluidos los servicios y mejorar la eficiencia operativa. “Se pretende que Europa asegure su papel como actor principal en el mercado espacial internacional”.

De acuerdo con un comunicado conjunto esta nueva empresa propuesta marca un hito fundamental para la industria espacial europea y encarna una visión compartida de construir una presencia europea más fuerte y competitiva en un mercado espacial global cada vez más dinámico.  Definitivamente, a Musk le hará poca gracia.

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