La Comisión Europea ha señalado que los medicamentos europeos no se verán afectados por los aranceles del 100%, anunciados la noche del jueves por el presidente de Estados Unidos. ¿El motivo principal? El acuerdo comercial que la UE y Estados Unidos firmaron el pasado julio y que limita dichos impuestos al 15%. «Representa una póliza de seguro que garantiza que no se aplicarán aranceles más elevados a los operadores económicos europeos», afirmó el portavoz de Comercio, Olof Gill.
«Estados Unidos tiene la intención de garantizar de manera inmediata que el arancel sujeto a medidas de la Sección 232 sobre productos farmacéuticos, semiconductores y madera no supere el 15%», detalló Gill. Además, recordó que la Unión Europea es el «único socio comercial» que ha logrado este resultado con Washington.
A pesar de la tranquilidad que transmite Bruselas, Donald Trump volvió a agitar el comercio mundial al anunciar, a través de su red social Truth Social, la imposición de aranceles del 100% a los medicamentos de marca – excluyendo así a los genéricos – a partir del 1 de octubre. Según la Casa Blanca, quedarían exentos aquellos laboratorios que cuenten con fábricas en suelo estadounidense o hayan iniciado obras para trasladar su producción allí. Lilly, GSK, Johnson & Johnson, Roche o Pfizer son algunos de los gigantes farmacéuticos que ya han anunciado inversiones con este fin. El objetivo del mandatario es disminuir el déficit federal y estimular la manufacturera dentro del territorio.
Ante este escenario, la Federación Europea de Asociaciones e Industrias Farmacéuticas (Efpia) reclamó que Ursula von der Leyen y Donald Trump tengan una reunión «con urgencia» para «evitar cualquier arancel». La directora general de la patronal, Nathalie Moll, advirtió que estos impuestos crearían «el peor de los escenarios posibles» porque «aumentan los costes, interrumpen las cadenas de suministro e impiden que los pacientes accedan a tratamientos que salvan vidas».
Desde Farmaindustria destacan que pese a que se trata de una publicación en una red social, su impacto «tendría consecuencias devastadora». «Pone en riesgo 120.000 millones de euros de exportaciones de medicamentos desde la UE a Estados Unidos y amenaza las cadenas de suministro y el tratamiento de millones de personas», denuncian.
Aunque la cercanía de la fecha deja apenas margen para negociaciones, Bruselas considera que no es necesario intervenir porque la declaración conjunta sobre el acuerdo comercial con Bruselas ya deja claro que no se aplicarán a los medicamentos europeos.
En España, los aranceles ponen en jaque una inversión de 3.000 millones al año y amenazan a 270.000 empleos en España, según advirtieron los laboratorios innovadores a principios de septiembre. De hecho, algunas farmacéuticas como Almirall ya han empezado a notar los efectos. La catalana afirmó haber perdido un acuerdo con una biotecnológica estadounidense.
La publicación de Trump provocó además ayer caídas bursátiles entre los laboratorios españoles. Rovi sufrió la mayor disminución en el IBEX, con un descenso del 1,24% durante la jornada. El laboratorio español posee un acuerdo con Moderna para fabricar tanto su vacuna contra el Covid 19 como el suero frente al Virus Respiratorio Sincital (VRS) en sus plantas en Madrid y Granada.
Actualmente, Rovi no comercializa ningún medicamento en Estados Unidos, aunque sí posee la autorización de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) para su terapia frente a la esquizofrenia (Risperidona). Sin embargo, decidió no comercializarla tras un análisis sobre el potencial de riesgo, beneficio y oportunidades.
Por su parte, Grifols apenas vio caer sus acciones un 0,5%. Analistas como el Banco Sabadell señalaron que el fabricante de hemoderivados saldría airoso de los aranceles por su integración total en el país norteamericano. De hecho, el 70% de su capacidad para obtener plasma y el 65% de su capacidad productiva están en Estados Unidos. Esta situación incluso representa una oportunidad, al ser la única empresa del sector con integración vertical completa en el país.
La mayor caída en el mercado continuo la protagonizó Oryzon Genomics, con un descenso del 2,52%. La compañía desarrolla varios ensayos clínicos en el país norteamericano, especialmente frente al cáncer y el trastorno del sistema nervioso central. Además, el laboratorio dirigido por Carlos Buesa negociaba su entrada en el Nasdaq y mantenía conversaciones con empresas estadounidenses para vender su molécula vafidemstat, indicada para diferentes enfermedades relacionadas con el cerebro.
Le siguió Reig Jofre, con una bajada de hasta el 1,75%. La compañía no prevé un impacto directo importante , dado que su negocio allí aún no tiene un volumen considerable. Atrys Health, aunque tampoco posee operaciones en el país norteamericano, vio sus acciones descender un 1,44%, contagiada por la incertidumbre de los aranceles.
Almirall registró una disminución del 1,42%. La compañía comercializa una parte de su cartera terapéutica en el país. Sus ingresos en el país han ido disminuyendo en los últimos años. De acuerdo a los resultados del primer semestre de 2025, la catalana facturó 24,3 millones, un 14,1% menos que en el mismo periodo del año anterior.
Finalmente, PharmaMar vio caer sus títulos un 0,98%. Su director general, Luis Mora, aseguró a elEconomista.es que los impuestos de Trump no afectarían a la compañía.»Nos afectan cero las tarifas por nuestro modelo de negocio», afirmó.
PharmaMar cuenta con dos medicamentos autorizados en Estados Unidos: Yondelis, para el sarcoma de tejidos blandos, y Zepzelca, para el cáncer de pulmón. La compañía fabrica la materia prima en España, mientras que Johnson & Johnson y Jazz Pharmaceuticals completan la producción y comercialización en EEUU, comprando los productos bajo condiciones exworks, con transferencia de propiedad en Europa.