El hasta ahora ministro de Defensa, Sébastien Lecornu, ha tomado posesión como primer ministro de Francia, recogiendo el testigo de François Bayrou, que presentó su dimisión el martes tras perder la confianza de la Asamblea Nacional. Durante la ceremonia de traspaso de poderes, el nuevo jefe de Gobierno, que asume el cargo en una época de creciente inestabilidad, ha defendido que «no hay caminos imposibles» y ha prometido «cambios radicales», «en el fondo» y «no solo en la forma».
El presidente francés, Emmanuel Macron, nombró a Lecornu pocas horas depués de recibir la dimisión de Bayrou, después de que el Elíseo prometiera una elección rápida. El actual equilibrio de fuerzas en la Asamblea Nacional, resultante de las últimas elecciones legislativas, está complicando la gobernabilidad en Francia, que ya suma cinco primeros ministros desde 2022.
El nuevo jefe del Ejecutivo, el más joven tras desbancar a Gabriel Attal, ha alabado «el extraordinario valor» de su predecesor, al tiempo que ha prometido «ser más creativo» y «serio» a la hora de trabajar con las «oposiciones». En los próximos días, ha dicho, recibirá a los líderes de las distintas formaciones «en los próximos días». «Lo conseguiremos», les ha garantizado a los franceses, al tiempo que exponía la necesidad de «poner fin a esta doble fractura» entre la situación política y lo que nuestros conciudadanos «esperan en su vida cotidiana».
La primera jornada de Lecornu como primer ministro coincide con una jornada de protestas —convocada antes de la dimisión de Bayrou— para pedir la dimisión de Macron quien, por ahora, ha descartado con rotundidad ese escenario. Organizadas por el movimiento Bloquons tout (Bloqueemos todo), las movilizaciones se han topado con un fuerte dispositivo policial y durante las primeras horas han sido detenidas más de 200 personas.
Mientras los ciudadanos paralizan las calles, el nuevo primer ministro tiene por delante las primeras reuniones en el cargo. Esta tarde está previsto un encuentro con el presidente del partido presidencial Renacimiento, Gabriel Attal; una reunión con líderes de Los Republicanos (LR); y con el presidente de Horizons, Édouard Philippe será recibido a las 17:30. Son las tres fuerzas que apoyaron a Bayrou durante su corta andadura en el poder.
No hay fecha aún para las reuniones con la oposición, aunque Matignon ya habría contactado a los socialistas y a los verdes. Para que el Gobierno siga en pie, necesita al menos la abstención del Partido Socialista de cara a la aprobación del presupuesto de 2025, el primer gran reto de Lecornu.
Este asunto, de hecho, fue el que precipitó la caída de Bayrou, que solicitó la confianza de la Asamblea Nacional tras el rechazo generalizado a su plan de recortes de casi 44.000 millones de euros para hacer frente a la deuda francesa, que ya es la más alta de la Eurozona.