El primer ministro holandés saliente, Mark Rutte, ha ganado la carrera para convertirse en el próximo mandamás de la OTAN en un momento de enormes tensiones internacionales.
Se espera que el líder holandés sea confirmado formalmente como secretario general de la OTAN en los próximos días y asuma el cargo cuando el actual jefe, Jens Stoltenberg, renuncie el 1 de octubre después de casi una década en el cargo.
El inminente nombramiento de Rutte se produce en un momento en que Ucrania se enfrenta a la implacable presión de los bombardeos rusos en sus regiones orientales, mientras que el expresidente, Donald Trump, pretende volver a la Casa Blanca.
Rutte, de 57 años, es un firme partidario de Ucrania y rápidamente se ganó el apoyo de países clave de la OTAN, incluidos Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania, después de lanzarse al ruedo tras su decisión de retirarse de la política holandesa.
Aunque es un crítico de Vladimir Putin, Rutte podría ser percibido como menos agresivo que los posibles candidatos de Europa central y oriental, lo que lo convierte en una opción casi de consenso.
Pero para asegurar el puesto, que requiere el acuerdo unánime de los 32 miembros de la OTAN, tuvo que obtener el respaldo de una Turquía inicialmente cautelosa, y luego superar la oposición de Hungría.
Rutte toma las riendas de la alianza después de casi 14 años como primer ministro holandés y 18 como líder de su liberal Partido Popular por la Libertad y la Democracia.
Es el gran superviviente de la política holandesa, apodado «Marca de teflón» por su capacidad para evitar verse manchado por los escándalos. Durante años, su personalidad directa y sensata le granjeó el cariño de los votantes holandeses, lo que le impulsó a liderar cuatro gobiernos de coalición diferentes seguidos. En un video viral, insistió en limpiar el café que había derramado, mientras el personal de limpieza aplaudía y él se reía de su propia torpeza.
Conocido por ir en bicicleta al trabajo, o conducir un Saab maltrecho cuando tiene prisa, Rutte hace sus propias compras en el supermercado y vive en la misma parte de La Haya donde creció, en una casa que compró con amigos cuando era estudiante.
Durante varios años ha enseñado estudios sociales una vez a la semana en una escuela secundaria holandesa. «Tal vez lo haga un par de veces a la semana», dijo en julio pasado cuando anunció que no volvería a presentarse a las elecciones, después de que su coalición colapsara por la política de inmigración. CH
