Un incendio forestal de rápido avance avivado por vientos huracanados ha estado arrasando las afueras de Marsella, la segunda ciudad más grande de Francia. Los bomberos luchan contra las llamas provocadas por una intensa ola de calor.
«El incendio está en las afueras de Marsella», dijo el prefecto regional, Georges-François Leclerc, a los periodistas y agregó que no está estable ni contenido aunque tampoco fuera de control.
«Las instrucciones son simples: confíen en los bomberos, dejen que los servicios de emergencia hagan su trabajo y permanezcan en casa. Los bomberos están defendiendo la ciudad”, indicó el ministro del Interior de Francia, Bruno Retailleau.
Avivado por un viento de 70 km/h, con ráfagas que alcanzaron los 100 km/h, el fuego llenó el centro de Marsella de humo acre y cenizas voladoras. Diversos videos de la zona central del Puerto Viejo mostraban grandes columnas de humo que se elevaban sobre la ciudad. Unas 450 personas fueron evacuadas.
El aeropuerto de Marsella canceló todos los vuelos, se suspendieron los servicios de tren hacia y desde el norte y noroeste de la ciudad, se cerraron dos autopistas, carreteras principales y varios túneles viales en la ciudad, y muchos servicios de autobuses están paralizados.
La prefectura de la región de Provenza-Alpes-Costa Azul emitió múltiples alertas desde teléfonos móviles instando a los habitantes a cerrar también sus puertas y persianas, colgar la ropa mojada alrededor de las aberturas y mantener todas las carreteras despejadas para los servicios de emergencia.
El ayuntamiento dijo que 720 bomberos, entre ellos decenas de departamentos vecinos, luchaban contra las llamas con 220 vehículos de emergencia, ayudados por helicópteros y aviones de bombardeo de agua. Unas 350 hectáreas de tierra habían sido consumidas a última hora de la tarde.
A su vez, en España, los bomberos del noreste del país seguían luchando contra un incendio forestal en la provincia catalana de Tarragona que ha quemado más de 3.100 hectáreas de bosques, tierras agrícolas y urbanas, y ha confinado a 18.000 personas en sus interiores.
Vientos de hasta 90 km/h complicaban los esfuerzos de unos 100 efectivos de la unidad militar de emergencias de España y 300 bomberos regionales para combatir el incendio, que se desató en el municipio desde el pasado domingo. CH