Vladimir Putin llegó a Corea del Norte para una cumbre con Kim Jong-un, en medio de las advertencias de Estados Unidos contra cualquier acuerdo que pueda aumentar la presión militar sobre Ucrania y aumentar las tensiones en la península coreana.
En su primera visita al aislado país desde el año 2000, el presidente ruso voló a Pyongyang para ser recibido por enormes pancartas de bienvenida y banderas rusas.
Está previsto que Putin se reúna con Kim el miércoles, cuando firmarán acuerdos diseñados para profundizar una relación que se ha fortalecido significativamente desde la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022.
Kim, quien se reunió con Putin en Vladivostok durante una visita de una semana a Rusia en septiembre pasado, es uno de los pocos líderes mundiales que ha expresado un apoyo inequívoco a la guerra, mientras que Putin ha descrito a la pareja como «compañeros de armas» contra los intentos occidentales de aislarlos a través de sanciones.
Estados Unidos y Corea del Sur dicen que tienen pruebas de que Corea del Norte ha suministrado docenas de misiles balísticos y más de 11.000 contenedores de municiones a Rusia para su uso en Ucrania, mientras que se entiende que Kim ha buscado ayuda alimentaria y energética rusa, y ayuda con el programa espacial de su país.
Ambos países han negado haber llegado a un acuerdo armamentístico durante su cumbre de hace nueve meses, pero en vísperas de su visita recíproca Putin agradeció al gobierno de Kim por su apoyo.
«Apreciamos mucho que Corea del Norte esté apoyando firmemente las operaciones militares especiales de Rusia que se están llevando a cabo en Ucrania», escribió Putin en un artículo publicado el martes en el Rodong Sinmun, el periódico del gobernante Partido de los Trabajadores.
El líder ruso también elogió a Kim por desafiar las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU, medidas que fueron apoyadas por Moscú hasta hace poco, apuntando a las ambiciones nucleares de su régimen.
Pyongyang había defendido sus intereses «de manera muy efectiva, a pesar de la presión económica, la provocación, el chantaje y las amenazas militares de Estados Unidos que han durado décadas», escribió Putin.
Y agregó: «Desarrollaremos mecanismos alternativos de comercio y acuerdos mutuos que no estén controlados por Occidente, y resistiremos conjuntamente las restricciones unilaterales ilegítimas. Y al mismo tiempo construiremos una arquitectura de seguridad igual e indivisible en Eurasia».
La agencia estatal de noticias norcoreana KCNA dijo que la visita de Putin demostró que los lazos entre los dos países «se están fortaleciendo día a día» y darían «nueva vitalidad al desarrollo de las relaciones de cooperación de buena vecindad entre los dos países».
Estados Unidos expresó su preocupación de que la visita pueda tener implicaciones de seguridad para Ucrania y la península coreana, que se ha visto sacudida en los últimos días por las fricciones a lo largo de la frontera fuertemente armada que ha separado el Norte del Sur desde el final de la guerra de Corea de 1950-53.
«Sabemos que los misiles balísticos norcoreanos todavía se están utilizando para atacar objetivos ucranianos y podría haber cierta reciprocidad aquí que podría afectar la seguridad en la península coreana», dijo a los periodistas el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg destacó que el viaje de Putin mostraba que era «dependiente» de líderes autoritarios. «Sus amigos más cercanos son Corea del Norte, Irán y China”.
La delegación rusa en Pyongyang estaría integrada por el ministro de Defensa, Andrei Belousov; el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov; los jefes de la agencia espacial rusa y sus ferrocarriles, y el hombre clave de Putin para la energía, el viceprimer ministro, Alexander Novak. CH
