Donald Trump no da el brazo a torcer en su pulso con los tribunales por poner en marcha su ofensiva arancelaria. Fuentes de la Casa Blanca aseguran a Bloomberg que los planes del equipo comandado por Trump pasan por acudir este viernes a la Corte Suprema de Estados Unidos si un tribunal federal de apelaciones no revoca el fallo del Tribunal de Comercio que ha paralizado la mayoría de los aranceles propuestos tras etiquetarlos de ilegales.
Los funcionarios consultados de la Casa Blanca dan por descontado que su responsable buscará aplicar muchas de las mismas tarifas mediante otras autoridades legales si fracasan las apelaciones. Los mismos, constatan que tienen la intención de restaurar los aranceles de una forma u otra, incluso, mientras el Gobierno apela la orden del Tribunal de Comercio Internacional que cuestiona la dependencia del presidente en la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA, por sus siglas en inglés) para imponer sus amplios aranceles globales.
«Tenemos un caso muy sólido con la IEEPA, pero el tribunal básicamente nos dice que si perdemos eso, simplemente haremos otras cosas» menciona el asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, a Bloomberg. «Así que realmente no ha cambiado nada. Quiero decirle esto al mundo: Nos están engañando. Vamos por ustedes. Hagan un trato, y arreglemos esto».
El fallo conocido este miércoles reduciría la tasa efectiva de aranceles de Estados Unidos a menos del 6%, desde un máximo de casi 27% el mes pasado, un nivel que amena con provocar estanflación en la economía estadounidense. La orden judicial, además, añadió aún más incertidumbre a una economía mundial ya sacudida por la postura cambiante de Trump sobre los impuestos a las importaciones y podría debilitar la influencia del presidente mientras su equipo negocia con numerosos socios comerciales que buscan alivio arancelario.
Desde otro punto de vista, el presidente de Estados Unidos cuenta con margen para contrarrestar el efecto del bloqueo judicial a los aranceles anunciados durante el ‘Día de la Liberación’. Pues, la Ley de Comercio de EEUU, vigente desde 1974, le ofrece un abanico de opciones para ello. Los analistas de Goldman Sachs consideran, en este aspecto, que el mandatario puede compensar con otros impuestos la sentencia del Tribunal de Comercio Internacional de Estados Unidos que paraliza una parte de las tasas anunciadas por la Casa Blanca. «Esta decisión representa un revés para los planes arancelarios de la administración y aumenta la incertidumbre, pero podría no cambiar el resultado final para la mayoría de los principales socios comerciales de Estados Unidos», aseguran en una nota publicada este jueves por su economista Jefe en EEUU, Alec Phillips.