La premio Nobel de la Paz iraní Narges Mohammadi ha sido detenida de forma «violenta» este viernes durante el homenaje a Khosrow Alikordi, un abogado de derechos humanos muerto la pasada semana, según ha anunciado su fundación.
Mohammadi, de 53 años, ha sido arrestada «de forma violenta» junto a otros activistas iraníes por los derechos humanos durante la ceremonia, señaló la fundación en un mensaje en X, en el que ha precisado que ha recibido «información creíble» sobre este hecho.
Además, ha añadido que informes sin confirmar apuntan a otros activistas iraníes por los derechos humanos que han sido reprimidos durante la ceremonia por Alikordi, un conocido abogado que fue encontrado muerto en su oficina de Teherán hace una semana.
La premio Nobel de la Paz 2023 se encontraba en libertad condicional y a finales de noviembre denunció públicamente que las autoridades iraníes le habían prohibido de forma «permanente» salir del país y no le emiten un pasaporte para poder visitar a sus dos hijos, a quienes no ve desde hace once años.
A pesar de las condenas y el encarcelamiento, la activista de derechos humanos y de las mujeres ha continuado denunciando las violaciones de derechos humanos en Irán, entre ellos la aplicación de la pena de muerte o la violencia contra las mujeres que no usan el velo islámico.
El Comité Nobel noruego le concedió en 2023 el galardón «por su lucha contra la opresión de las mujeres en Irán y para promover los derechos humanos y la libertad para todos». Mohammadi ha pasado varios periodos encarcelada por su activismo en favor de los derechos humanos desde 1998. Su lucha le ha costado 13 detenciones y cinco condenas por un total de 31 años de prisión y 154 latigazos. No ha visto crecer a sus dos hijos, que viven en París, y ha pasado largas temporadas en confinamiento solitario.
De hecho, Mohammadi ha estado en la prisión, también conocida como «Universidad de Evin», por la cantidad de intelectuales políticos que son encerrados por el régimen. La periodista ha sido excarcelada también en numerosas ocasiones por sus problemas de salud. Pero, tras pasar periodos hospitalizada o en libertad bajo fianza, las autoridades han vuelto siempre a ordenar su ingreso en prisión.




