Fue una reunión desangelada y opacada por la alargada sombra de Trump. La XVII Cumbre de los BRICS realizada, el pasado 6 y 7 de julio, en Río de Janeiro no contó ni con la presencia del mandatario chino, Xi Jinping, ni con la del dictador ruso, Vladimir Putin. El anfitrión Luiz Inácio Lula da Silva se quedó con las ganas de anunciar significativas medidas para desdolarizar al bloque tal y como viene proponiendo Putin desde la última década.
El bloque BRICS condenó los recientes ataques militares en territorio iraní y los calificó como una clara violación de las leyes internacionales, sin nombrar directamente a Estados Unidos o Israel como los agresores.
Actualmente, los BRICS representan más de la mitad de la población mundial y en 2023, generaron casi el 35% del PIB mundial. Los ha unido la ambición de hacer un sur global más fuerte en lo económico y comercial.
En la pasada Cumbre de Río de Janeiro pudo apreciarse un salto cualitativo, luego de que el grupo se posicionase abiertamente, del lado de Irán y condenase los ataques contra Teherán.
En el texto de la declaración final fue incluido un párrafo que reivindica la necesidad de buscar consensos a favor de la paz en un momento bastante disruptivo para Medio Oriente y por supuesto para Ucrania. Una invasión que ha pasado de largo para los BRICS para no irritar a uno de sus miembros fundadores como es Rusia.
Finalmente, se ha pronunciado en contra de la violación de la soberanía de otro país, la interrogante es si lo ha hecho con la intención de jugar un rol estratégico y geopolítico, con más consistencia en el corto plazo o bien es solo algo meramente circunstancial para arropar a uno de sus socios.
La única certeza es que, desde que nació el bloque creado por Brasil, India, China, Rusia y Sudáfrica, el 16 de junio de 2009, al G7 formado por los países más industrializados y desarrollados del mundo entre los que figuran Estados Unidos, Canadá, Japón, Reino Unido, Alemania, Francia e Italia les ha salido un competidor que ha ido consolidándose como contrapeso geoeconómico con el paso de los años.
Los datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) a partir del World Economic Outlook son elocuentes: en 2009, año de la formación de los BRICS, la mayor parte de los países desarrollados y emergentes más expuestos hacia Estados Unidos atravesaban una profunda recesión provocada por la crisis de las subprime.
Ese año fue un parteaguas. El PIB mundial cayó 0.6% y los miembros del G7 sufrieron un gran batacazo: EU su economía se desplomó 2.6%; y también fueron negativos los PIB de Alemania -4.7%; Francia -2.5%; Italia -5.0%; Japón -5.2% y Canadá -2.5 por ciento.
Mientras las economías avanzadas cayeron en promedio 3.2% las economías emergentes de Asia tuvieron una media de crecimiento de 6.9 por ciento. Fueron claves los crecimientos de China e India, que en dicho año cerraron con un PIB de 9.1% y de 5.7%, respectivamente.
Fue bajo el eje de este motor de desarrollo que nació la idea de un bloque de emergentes que compartiesen mercado, iniciativas, propuestas y soluciones a muchos problemas comunes sobre todo en el renglón de la desigualdad y la pobreza.
A 16 años de distancia, los BRICS cerraron un 2024, con un mejor desempeño económico en comparación con las economías del G7. Brasil y Rusia (a pesar de las sanciones impuestas por invadir a Ucrania) han tenido un crecimiento mayor no solo que EU, sino que las economías europeas y el propio Japón.
Y, este año, el panorama va a empeorar más para los socios de EU y todo gracias a Trump. El impacto está dejándose sentir debido a la política arancelaria norteamericana utilizada como táctica de chantaje, amenaza y castigo para obligar a terceros países a negociar y aceptar ventajas comerciales a favor de la economía estadunidense.
Las previsiones del FMI fueron reajustadas en abril pasado luego de que Trump diese rienda suelta al furor arancelario contra buena parte del mundo. De esta manera, el PIB mundial se reajustó a un crecimiento de 3.2% y los miembros del G7, algunos están al borde de la recesión, con Alemania, Francia e Italia, los tres motores más importantes de Europa, con previsiones de 0%, 0.6% y 0.4%, respectivamente. También EU perderá fuelle.
Y, si bien los BRICS, también están siendo castigados con la política arancelaria trumpista, los pronósticos del FMI, hasta el momento, son mucho más ventajosos para el crecimiento de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica que en promedio crecerán 2.9%; mientras, Alemania, Francia, Italia, Japón, Reino Unido, Canadá y EU, de media el G7, crecerá 0.84 por ciento.
El panorama puede empeorar
Se trata de un análisis temprano que muy seguramente seguirá cambiando y reajustándose a lo largo del año: el presidente Trump mientras se celebraba la XVII Cumbre de los BRICS amenazó con otro gravamen adicional de 10% a los países que, así lo escribió en su red Truth Social, se alineasen con las políticas de este bloque que a su juicio son antiestadunidenses. Ya en enero pasado amagó con aranceles de 100% si el bloque persistía en su idea de abandonar el dólar y utilizar el yen o renminbi para sus operaciones comerciales, económicas y financieras.
No cabe duda que Trump utilizará los aranceles para frenar la consolidación y las ambiciones de los BRICS de convertirse en un gran bloque de contrapeso a Norteamérica.
El pasado 9 de julio, el mandatario estadunidense anunció que impondrá un arancel de 50% a Brasil provocando con ello una devaluación de casi el 3% en la moneda, el real.
Si bien, EU tiene una balanza comercial superavitaria con Brasil, Trump señaló que estos aranceles que entrarían en vigor a partir del próximo 1 de agosto, son en represalia a lo que él llama una cacería de brujas contra el expresidente brasileño, Jair Bolsonaro, que será enjuiciado penalmente por planear presuntamente un golpe de Estado contra Lula da Silva.
En 2024, EU exportó 49 mil millones de dólares en bienes y mercancías a Brasil y la economía carioca le vendió 42 mil millones de dólares. Es decir, Trump está golpeando con más aranceles a este país por razones ideológicas personales y no porque tenga un déficit comercial.
No se sabe hasta dónde escalará la situación, porque el mandatario brasileño Lula da Silva ha reiterado que si entra en vigor dicha tarifa, entonces habrá un quid pro quo de 50% para las exportaciones que EU hace a Brasil.
También Sudáfrica figura como otro de los países más castigados con un arancel de 30 por ciento. De acuerdo con Reuters es una más de las contradicciones de Trump que, por un lado, señala que defenderá a los agricultores blancos en Sudáfrica conocidos como afrikáners y por otro, con este arancel los terminará hundiendo porque una mayoría blanca es propietaria de sembradíos y plantaciones agrícolas en Sudáfrica.
“Sus cítricos, junto con el vino, la soja, la caña de azúcar y la carne de vacuno, se habían beneficiado anteriormente de un acceso libre de impuestos a Estados Unidos en virtud de la Ley de Crecimiento y Oportunidades de África”, de acuerdo con Reuters.
No es poca cosa porque Sudáfrica es el segundo mayor exportador de cítricos del mundo después de España y a EU le vende 100 millones de dólares anuales en dichos frutos cítricos.
El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, intenta apaciguar las aguas señalando que están en conversaciones con Washington para lograr un acuerdo comercial. ¿Qué quiere Trump de Sudáfrica? Se trata de uno de los principales productores de oro, manganeso, platino y tiene también tierras raras y otros recursos minerales.
Los BRICS y su expansión
En la pasada Cumbre de los BRICS fueron abordados diversos puntos buscando un común denominador para replicar a la política arancelaria coercitiva de Trump. Lula da Silva llegó a proponer la respuesta en conjunto del bloque algo que no tuvo mucho eco ante la ausencia de Xi Jinping y de Putin.
Otro de los aspectos sobre de la mesa, igualmente abordado por Lula da Silva, fue la necesidad de avanzar en una moneda común para las operaciones del bloque. Una propuesta impulsada por Putin.
Fue un encuentro en el que nuevamente se destacaron las bondades del multilateralismo y la necesidad de reformar a los organismos internacionales nacidos después de la Segunda Guerra Mundial. “Comenzando por modificar las reglas de la Organización Mundial del Comercio”.
En un artículo para Frankfurter Allgemeine, Christian von Soest, abordó los claroscuros que pesan sobre de los BRICS que buscan constituirse en una voz para el sur global. Muy relevante y llamativa ha sido la ausencia y el silencio del mandatario chino quien parece no querer importunar más a Trump.
“En la foto de familia de los líderes de los BRICS, en Río de Janeiro, el presidente de China, Xi Jinping y el ruso, Vladimir Putin, están desaparecidos. Esto es particularmente sorprendente en el caso de China, que ha sido fundamental para impulsar el foro: desde que asumió el cargo hace doce años, Xi ha estado presente en todas las cumbres de los BRICS hasta ahora. Pero esta vez envió a su primer ministro”, remarcó Von Soest.
Este investigador principal del Instituto Alemán de Estudios Globales trae a colación algunos de los avances sustanciales logrados por el grupo no solo por su rápida expansión que arrancó con cinco países fundadores.
Asimismo es relevante, su Nuevo Banco de Desarrollo, que tiene su sede en Shanghái. “Estos países en términos de desempeño económico han superado al G7. En 2023, los BRICS generaron cerca del 35% de la producción económica mundial, mientras que el G7 solo el 30 por ciento”.
No obstante, el experto remarca que quizá la expansión no esté saliendo del todo bien, ante la cantidad de intereses presentes; por ejemplo, en Medio Oriente, Irán y Arabia Saudita mantienen desde hace décadas una lucha por la hegemonía. Luego está India que no quiere confrontaciones dialécticas con EU, ni convertir al bloque en antioccidental.
La realidad es que este proyecto económico y comercial también está viéndose arrastrado por las ambiciones geopolíticas y varios de sus países miembros o bien aliados están en el foco.
A los cinco países fundadores: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica se han sumado Irán, Egipto, Indonesia, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía y Arabia Saudita.
Irán, que se incorporó a los BRICS en 2024, ha presionado por una posición de condena de los socios a los ataques y también se ha negado a aceptar la propuesta de algunos de los miembros de una declaración de apoyo a una solución de dos Estados para el conflicto en Palestina.
En sus conclusiones finales, los países participantes a la Cumbre de Río de Janeiro, reiteraron su compromiso con la reforma y el fortalecimiento de la gobernanza global mediante la expansión de la cooperación con el sur global.
La reunión adoptó la Declaración de Río de Janeiro a favor de fortalecer el multilateralismo y reformar la gobernanza global, promover la paz, la seguridad y la estabilidad internacional; así como profundizar en la cooperación económica, comercial y financiera a nivel mundial.
Este año Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Kazajistán, Malasia, Tailandia, Vietnam, Uganda y Uzbekistán se convirtieron en países aliados de los BRICS. Hay otros tocando la puerta para asociarse como: Azerbaiyán, Bahréin, Bangladesh, Burkina Faso; también tienen interés, Camboya, Chad, Colombia, Congo, Guinea Ecuatorial. Honduras, Laos, Kuwait, Marruecos, Nicaragua, Pakistán; así como Venezuela e incluso recientemente Siria se manifestó a favor. CH