Repsol ha logrado un importante descubrimiento de petróleo en México. La compañía, en alianza con la italiana Eni, han llevado a cabo un nuevo hallazgo en el pozo Yopaat-1 EXP en el Bloque 9, aproximadamente a 63 kilómetros de la costa en aguas medio profundas de la Cuenca Salina en la Cuenca del Sureste, costa afuera de México que apunta a un potencial de entre 300 y 400 millones de barriles equivalentes de petróleo y gas.
El pozo se ha perforado a una profundidad de 525 metros y ha alcanzado una profundidad total de 2.931 metros, encontrando unos 200 metros netos de arenas portadoras de hidrocarburos en las secuencias pliocenas y miocenas, sujetas a una intensa campaña de adquisición de datos del subsuelo.
Este resultado, junto con los descubrimientos en los Bloques 7 y 10 operados por Eni, confirma el valor de la cartera de activos de Eni en la Cuenca del Sureste. La estimación global de recursos in situ supera actualmente los 1.300 millones de barriles equivalentes de petróleo (Bboe), lo que permite a Eni avanzar con los estudios hacia un potencial futuro desarrollo «Hub», incluyendo los descubrimientos y otros prospectos presentes en la zona, en sinergia con las infraestructuras situadas en las proximidades.
En 2020, la compañía ya realizó dos importantes descubrimientos de crudo en aguas profundas de México con sus pozos de exploración Polok-1 y Chinwol-1 en el Bloque 29 de la Cuenca Salina. Ambos pozos confirmaron yacimientos de alta calidad con excelentes propiedades.
La estrategia de Repsol es clara: hay que preparar el negocio de upstream para sacarlo a bolsa en 2026 o 2027. Para ello, la compañía quiere centrar sus esfuerzos en focalizarse en sus principales áreas de crecimiento: Estados Unidos, México, Brasil y Libia.
La petrolera trabaja también en la incorporación de socios a algunos de sus grandes activos de exploración y producción en Estados Unidos como método para acelerar el crecimiento, un sistema similar al que está llevando a cabo con el negocio de renovables. Concretamente, Repsol y su socio australiano Santos buscan un socio para tres de los mayores yacimientos descubiertos en Estados Unidos en los últimos 30 años. Ambas empresas, están trabajando para vender una participación minoritaria de Pikka, junto con participaciones parciales en los yacimientos de Horseshoe y Quokka, situados en la región de North Slope en Alaska.
La compañía trabaja también en la venta de una participación minoritaria del campo petrolífero de Eagle Ford con Scotiabank en un acuerdo que podría valorar los activos en hasta 2.000 millones de dólares (1.866 millones de euros) y en el que la petrolera se desprendería de hasta el 49%, es decir, 914 millones de euros. De hecho, Repsol ha llevado a cabo una desinversión por 120 millones de terrenos en la zona de Eagle Ford durante el primer trimestre del año.
Repsol está valorando la salida de Noruega, que no parece prioritario en este momento para la empresa. Repsol Norge AS no estaría dentro de estas regiones clave para la española. Eso sí, el negocio produce cerca de 30.000 barriles diarios de petróleo, en campos como Yme, el principal para el negocio de la compañía en el país. La venta de su negocio en Noruega estaría dando sus primeros pasos, pero es una posibilidad que la firma está valorando con un asesor.
Según las previsiones de Repsol, el negocio de exploración y producción se mantendrá estable entre 600-630 kbepd hasta 2030 e iniciará un declino natural hacia el final de la década por la reducción de demanda. El máximo de producción de la petrolera se quedaría así en los 709 kbepd del año 2019.
La petrolera española incorporó en 2022 al fondo EIG como socio minoritario de su negocio upstream en una transacción valorada en 4.845 millones de euros -de los que 1.400 millones corresponden a deuda asumida-.
El fondo americano, que controla el 25% de la división de exploración y producción de hidrocarburos de la petrolera española valora el área de negocio en 19.180 millones de euros.