El ministro de Exteriores de Sudán, Ali Youssef Ahmed, confirmó que su país tendrá la primera base naval rusa en toda África, dentro de un plan militar de expansión con diversas bases planeado por el Kremlin.
El anuncio se produjo durante una visita del diplomático sudanés a Moscú, donde se reunió con su homólogo ruso, Sergei Lavrov. Después de su reunión, Ahmed dijo que los dos países estaban en «completo acuerdo» sobre el establecimiento de una base rusa «y no hay obstáculos».
El Mar Rojo es una de las vías fluviales más importantes del mundo desde el punto de vista estratégico, que conecta el Canal de Suez con el Océano Índico. Alrededor del 12% del comercio mundial pasa por ella.
Sudán planteó por primera vez la idea de permitir que Rusia tuviera una instalación naval en su costa en 2017 durante un viaje a Sochi de Omar al-Bashir, el entonces presidente, que fue derrocado en un golpe de Estado en 2019. Finalmente, en 2020 se firmó un acuerdo que, según se informa, permitía a Rusia mantener hasta cuatro buques de la Armada, incluidos los de propulsión nuclear, en Sudán durante un periodo de 25 años.
Los líderes militares y civiles de Sudán se demoraron en seguir adelante con el acuerdo debido a las persistentes diferencias sobre sus términos. La guerra civil que comenzó en abril de 2023 entre el ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido complicó aún más las relaciones entre Rusia y Sudán, ya que el grupo Wagner, respaldado por Rusia, apoyó a las RSF, mientras que el Kremlin pareció respaldar al ejército sudanés.
En abril pasado, el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Mikhail Bogdanov, visitó Sudán y prometió apoyo «ilimitado» a su ejército. Rusia también ha respaldado a Sudán en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde vetó una resolución que pedía un alto el fuego por razones humanitarias, una medida que el ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, David Lammy, calificó de vergüenza. CH
