Una bomba explotó en el vestíbulo de un bloque de apartamentos de lujo en Moscú, matando a un líder paramilitar prorruso del este de Ucrania junto a su guardaespaldas.
La agencia de noticias rusa Tass, citando a servicios de seguridad, informó que la explosión fue un ataque contra Armen Sarkisyan, jefe de la federación de boxeo en Donetsk, ocupada por Rusia, y fundador de un batallón que lucha contra Ucrania.
Al parecer, la bomba estuvo escondida en un sofá en la entrada del edificio, según los medios rusos. Los servicios de seguridad rusos declararon que fue detonado de forma remota, con el atacante esperando a que Sarkisyan entrara en el vestíbulo.
Ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad de la explosión, que los servicios de seguridad rusos describieron como un asesinato selectivo y «bien planeado».
Ucrania ha atacado a decenas de oficiales militares rusos y funcionarios instalados por Rusia a quienes Kiev ha acusado de cometer crímenes de guerra en el país. Sin embargo, se sabe poco sobre las células clandestinas de la resistencia ucraniana involucradas en asesinatos y ataques contra infraestructura militar en Rusia y áreas controladas por Rusia.
Según los medios ucranianos, Kiev emitió una orden de arresto internacional contra Sarkisyan en 2014 por la violencia contra los manifestantes pro-UE durante el levantamiento de Maidán. Los servicios de seguridad ucranianos lo describen como una «autoridad criminal» con conexiones con el expresidente Viktor Yanukovych, quien huyó a Rusia en 2014. CH