El futbolista Andrés Iniesta no ceja en su empeño de trasladar sus éxitos deportivos al mundo empresarial. En concreto, a su negocio vinícola, Bodega Iniesta, que puso en marcha en 2010 en su pueblo, la localidad albaceteña de Fuentealbilla, y en la que también está involucrada su familia.
Un negocio que, desde entonces, ha mantenido una irregular evolución en sus ingresos y que nunca ha llegado a alcanzar beneficios. Pese a ello, el ex jugador del Barcelona y la selección española mantiene su respaldo económico a un proyecto que emplea a alrededor de una treintena de personas.
Así lo demuestra la ampliación de capital ejecutada a finales de julio, por un importe de 5,87 millones de euros. Una cantidad significativa, ya que eleva el resultante suscrito hasta 13,3 millones, casi un 80% más respecto al capital que mantenía hasta ahora. La operación se llevó a cabo el 20 de julio y quedó reflejada una semana después en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME).
La operación, como se infiere de los estados financieros de Bodega Iniesta de los últimos años, consiste en convertir en capital un crédito a largo plazo que esta sociedad mantenía con su matriz, Maresyterey SL, empresa que consolida las diferentes actividades empresariales del clan Iniesta, que también llegan al mundo inmobiliario y financiero.
En uno de sus últimos informes financieros, Maresyterey detallaba que esa deuda iría destinada “a una futura ampliación de capital y/o aportaciones de socio con el fin de restablecer la situación patrimonial” de Bodega Iniesta. Algo que ha terminado de confirmarse hace escasos días. Hasta 2021, último año con cuentas anuales disponibles, la bodega presentaba un patrimonio neto de 4,4 millones de euros sobre un capital social de 7,49 millones, el 58% del mismo. La ley de sociedades de capital fija entre las causas que conllevarían la disolución de una empresa que el patrimonio neto sea inferior al 50% del capital.Este periódico intentó sin éxito contactar con Bodega Iniesta.
Entre 2010 y 2021, las pérdidas acumuladas ascendían a los 4,2 millones. La última ampliación de capital que consta en los registros del BORME se llevó a cabo en 2014 por alrededor de 1,5 millones. El mayor resultado negativo lo obtuvo en 2019, por 760.000 euros. El mejor ejercicio en cuanto a facturación fue 2018, cuando alcanzó los 2,8 millones. En 2021, fueron 2,2.
Por contra, la matriz Maresyterey sí es rentable. Los negocios inmobiliarios y financieros compensan las pérdidas de la bodega. Esta sociedad reflejaba en 2021 un saldo de 27,8 millones en inversiones inmobiliarias y valoraba en 29,2 millones sus inversiones financieras a largo plazo. Su auditor puso en cuestión en las cuentas de ese ejercicio el valor que otorgaba a su participación en la bodega, de 7,49 millones, al tener un valor neto contable “significativamente inferior”. Con información de Javier Ropero/ Cinco Días.
