La subida del precio de los alquileres es una epidemia que se expande por diferentes puntos del mundo. La respuesta a este grave problema para los ciudadanos no es uniforme y depende de cada administración. En Andorra, la reacción ha sido la prohibición de la compra de viviendas a personas extranjeras.
Lo anunciaba el Gobierno andorrano que preside Xavier Espot hace unos días y ha sido aprobado por el Consejo General del Principado: se ha decretado una moratoria por la que se suspenden transitoriamente «las autorizaciones de inversión extranjera en inmuebles», es decir, se prohíbe temporalmente la compra de viviendas por extranjeros por un periodo desconocido pero que en ningún caso será menor a tres meses.
Tal y como explicó en un comunicado el Govern de Andorra, esta moratoria es el «paso previo necesario durante este otoño para el establecimiento de un tributo sobre la inversión extranjera en inmuebles», por lo que se mantendrá hasta que se diseñe una ley que apruebe un impuesto a la compra de viviendas por parte de extranjeros, un impuesto que podría llegar a alcanzar el 10 por ciento. Con información de Agencias.