Los estados miembros de la UE expresaron su «incomprensión» cuando la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se apresuró a firmar un pacto migratorio con Túnez, se ha revelado.
Las preocupaciones se plantearon en julio, tanto verbalmente como por escrito, escribió el jefe diplomático de la UE responsable de asuntos exteriores, Josep Borrell, en una carta fechada el 7 de septiembre que ha sido vista por The Guardian.
«Como sabes … en julio, varios estados miembros expresaron su incomprensión con respecto a la acción unilateral de la comisión sobre la conclusión de este [memorando de entendimiento] y preocupaciones sobre algunos de sus contenidos», escribió Borrell en una carta a Olivér Várhelyi, el comisionado europeo para los países vecinos.
«Después de la reunión del Consejo de Asuntos Exteriores del 20 de julio, algunos Estados miembros le remitieron estas preocupaciones por procedimiento escrito».
El pacto, firmado con Túnez en julio por Von der Leyen, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el primer ministro holandés, Mark Rutte, tenía como objetivo detener la migración a Europa desde Túnez, que se había convertido en una de las rutas más populares para los traficantes de personas que trabajan en África después de que Libia se volvió demasiado peligrosa incluso para las bandas criminales organizadas.
La carta también dice que los ministros de asuntos exteriores observaron “que los pasos apropiados del procedimiento de adopción no habían sido seguidos» por la comisión y que, por lo tanto, el memorando de entendimiento no podía «considerarse una plantilla válida para futuros acuerdos».
No está claro por qué Borrell escribió la carta dos meses después de la firma del acuerdo, pero parece ser un intento de garantizar que un acuerdo similar no se repita con otros países del norte de África sin una consulta adecuada con los estados miembros. Su carta recuerda un enfrentamiento previo de alto perfil entre la comisión y los estados miembros en relación con un acuerdo apresurado con Suiza sobre otro asunto.
En un ataque contra Meloni y Rutte, Borrell escribió que «la participación en la negociación y la ceremonia de firma de un número limitado de jefes de gobierno de la UE no compensa el equilibrio institucional entre el consejo y la comisión».
La carta fue escrita días antes de la visita de Von der Leyen y Meloni a Lampedusa, una pequeña isla frente a la costa de Sicilia que, según el líder italiano, se ha visto abrumada por las llegadas desde Túnez.
El acuerdo tenía como objetivo combatir a las bandas criminales que dirigían las operaciones de contrabando y fortalecer los controles fronterizos y las operaciones de búsqueda y rescate. Sin embargo, desde que se firmó, el número de personas que cruzan de Túnez a Italia ha aumentado casi un 70%, aunque los expertos han señalado que el mal tiempo en mayo significaba que era inevitable un aumento en junio y julio, cuando los mares estaban más tranquilos.
El pacto fue impulsado por Meloni, pero, aparte de la objeción de Borrell, parecía estar respaldado por el resto de Europa, donde la migración es vista como un tema crítico en las elecciones, particularmente las que se avecinan en Polonia y los Países Bajos.
El miércoles, a un grupo de eurodiputados del Parlamento Europeo se le negó la entrada a Túnez, planteando dudas sobre la asociación y nuevas dudas sobre la voluntad del presidente tunecino, Kais Saied, de abordar las preocupaciones sobre una reducción de los derechos humanos y la independencia del poder judicial bajo su supervisión.
El acuerdo también fue criticado la semana pasada por la organización benéfica Médicos Sin Fronteras, que dijo que haría al bloque «directamente cómplice del abuso y las muertes en curso de personas atrapadas en el país». CH
