Las esperanzas de Pedro Sánchez de asegurar otro mandato como primer ministro de España han recibido un impulso después de que su Partido Socialista Obrero Español (PSOE) asegurara el apoyo de los nacionalistas catalanes para ayudarlo a ganar la primera votación parlamentaria clave desde las elecciones generales.
Aunque fue derrotado por poco por el conservador Partido Popular (PP) en las elecciones, el PSOE lo hizo mucho mejor de lo esperado y tiene la ventaja sobre sus oponentes cuando se trata de forjar alianzas para crear un gobierno de coalición.
El jueves 17 de agosto, los parlamentarios se reunieron por primera vez desde las elecciones del 23 de julio para elegir un nuevo presidente para el Congreso. Francina Armengol, la expresidenta regional de las Islas Baleares que se presentó como candidata del PSOE para el puesto, fue elegida por mayoría absoluta, ganando 178 votos en la cámara de 350 escaños.
La candidata del PP a la presidencia, Cuca Gamarra, ganó 139 votos después de que los posibles aliados de los conservadores en el partido de extrema derecha Vox se negaron a respaldarla. Las relaciones entre los dos partidos, que se esperaba que intentaran formar un gobierno de coalición, se han agriado desde que ambos no cumplieron con las expectativas el mes pasado.
Además de atraer el apoyo de los socios de coalición del PSOE en la alianza de extrema izquierda Sumar, Armengol obtuvo el respaldo de partidos nacionalistas vascos y catalanes más pequeños, incluidos los dos principales partidos independentistas catalanes, Izquierda Republicana Catalana (ERC) y el partido Junts de centroderecha de línea dura.
Junts, que está dirigido por Carles Puigdemont, el expresidente catalán que huyó de España para evitar el arresto después de orquestar el fallido intento unilateral de independencia hace seis años, respaldó a Armengol a pesar de que el PSOE había dejado en claro que no accedería a las demandas del partido de un referéndum sobre el tema.
La elección de Armengol, que proviene de una región donde se habla ampliamente el catalán, fue vista como un intento de atraer a los políticos catalanes, al igual que el anuncio de Sánchez el miércoles de que buscaría promover el uso de las lenguas catalana, vasca y gallega durante la actual presidencia española de la UE.
La victoria del PSOE refuerza su posición mientras continúa las negociaciones con partidos más pequeños con miras a obtener su respaldo para otra administración liderada por Sánchez. CH
