Al embajador de Israel en los Países Bajos se le pidió que informara al Ministerio de Asuntos Exteriores holandés de una supuesta campaña secreta de vigilancia y espionaje contra la Corte Penal Internacional (CPI) y sus funcionarios.
Diversos ejecutivos holandeses pidieron reunirse con el embajador, Modi Ephraim, para discutir las preocupaciones planteadas por una investigación del periódico británico The Guardian que reveló que las agencias de inteligencia israelíes intentaron durante un período de nueve años socavar, influir y presuntamente intimidar a la oficina del fiscal jefe de la CPI.
Como Estado anfitrión de la CPI, que se encuentra en La Haya, los Países Bajos están obligados, en virtud de un acuerdo con la corte, a proteger la seguridad del personal de la CPI, y deben garantizar que esté «libre de interferencias de cualquier tipo».
A principios de este mes, los Países Bajos fueron uno de los 93 Estados miembros que se comprometieron a defender a la CPI contra la presión política y la interferencia, en una intervención significativa que respaldó a la corte en un momento crítico para su fiscal jefe, Karim Khan.
En mayo, Khan presentó solicitudes de órdenes de detención contra Hamás y líderes israelíes, entre ellos el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y el jefe de Hamás en Gaza, Yahya Sinwar, por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad presuntamente cometidos en los ataques dirigidos por Hamás el 7 de octubre y la subsiguiente ofensiva israelí en Gaza.
Un panel de tres jueces tendrá que decidir si emite las órdenes de arresto o rechaza la solicitud. Después de las investigaciones de The Guardian varios parlamentarios holandeses enviaron preguntas a los ministros preguntando qué sabían de las operaciones de inteligencia israelíes contra la CPI y cómo estaba respondiendo el gobierno. CH