La Eurocámara ha reconocido a Edmundo González como presidente electo de Venezuela en un gesto que no tiene ningún valor legal, pero sí simbólico, y que supone una maniobra de presión del Parlamento Europeo para que las cancillerías europeas intervengan en la crisis venezolana. La moción ha obtenido 309 votos a favor, 201 en contra y 12 abstenciones.
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El texto que finalmente ha acabado obteniendo la luz verde asegura que González es el “presidente legítimo y democráticamente electo de Venezuela” y Corina Machado la “líder de las fuerzas democráticas” del país . La resolución también “condena enérgicamente y rechaza plenamente el fraude electoral orquestado por el Consejo Nacional Electoral, controlado por el régimen que se negó a hacer público el resultado oficial”.
Además, los eurodiputados también urgen a los Veintisiete “a hacer lo máximo posible” para que González pueda asumir la presidencia de Venezuela el próximo 10 de enero de 2025, cuando estaba previsto el traspaso de poder. Según la Eurocámara, “el respeto de la voluntad del pueblo venezolano, expresada en las elecciones, sigue siendo la única vía para que Venezuela restablezca la democracia, permita una transición pacífica y auténtica y resuelva la actual crisis humanitaria y socioeconómica”. Asimismo, los eurodiputados también exigen una orden de detención internacional contra Nicolás Maduro por crímenes contra la humanidad.
Hasta el momento, ningún gobierno europeo ha reconocido a González como legítimo vencedor de los comicios que tuvieron lugar en julio, a pesar de que la Unión Europea tampoco haya dado este paso respecto a Nicolás Maduro. Al igual que el Parlamento Europeo, los Veintisiete consideran que se ha producido un pucherazo después de que el régimen chavista no haya entregado las actas de los comicios. Observadores internacionales como el centro Carter no han validado estas elecciones al considerar que no se han adecuado a los parámetros democráticos.
Esta votación ha salido adelante gracias al voto a favor de los Conservadores y Reformistas de Giorgia Meloni y el grupo del primer ministro húngaro Viktor Orban, Patriotas por Europa. Aunque en un primer momento parece que los socialistas europeos también eran partidarios de este reconocimiento, han preferido rebajar su posición y prefieren esperar al desarrollo de los acontecimientos. Tras la votación, los socialistas han acusado a los populares de “mostrar su verdadera cara al romper el cordón sanitario y normalizar a los extremistas anti-europeos”. Por su parte, fuentes del Partido Popular aseguran que “los socialistas españoles han preferido, una vez más, ponerse del lado del dictador Maduro, al frente de un régimen tirano que atemoriza, intimida, tortura y somete a sus ciudadanos. Ante las dictaduras no valen las equidistancia ni las medias tintas. O se está con la democracia y los Derechos Humanos o se está contra la dictadura”.
Aunque los liberales de Renew Europe –grupo al que pertenece el PNV- eran partidarios de subir el tono contra Maduro, han decidido optar por la abstención para no votar de manera conjunta con la extrema derecha. La eurodiputada del PNV, Oihane Agirregoitia se ha sumado a la posición de su partido.
No se sabe si la votación de esta resolución tendrá algún impacto en las capitales europeas que prefieren esperar antes de dar pasos en falso. En los pasillos comunitarios aún se recuerda como el reconocimiento mayoritario de Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela no consiguió restar poder a Maduro y llevó a un callejón sin salida.
El máximo representante de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, ha subido el tono en las últimos días al describir al gobierno de Nicolás Maduro como “dictatorial y autoritario”. Tras la pausa veraniega, los ministros de Asuntos Exteriores de los Veintisiete , reunidos en la capital comunitaria, no tomaron ninguna decisión sobre Venezuela y prefirieron seguir analizando la situación. Según explicó Borrell, el margen de maniobra para imponer sanciones también resulta limitado ya que prácticamente toda la cúpula chavista se encuentra ya sancionada por los Veintisiete con la prohibición de visado y la congelación de sus bienes en suelo europeo. De momento, parece difícil incluir entre los castigados al propio Nicolás Maduro, ya que esto supondría romper cualquier puente de diálogo con las autoridades venezolanas. El Parlamento Europeo pide restablecer las sanciones contra el miembros del Consejo Nacional Electoral de Venezuela como “señal de buena voluntad” y ampliar y prolongar el resto de castigos vigentes. La resolución aprobada por la Eurocámara también alerta de un nuevo éxodo migratorio si González no es reconocido como presidente de Venezuela y recuerda que ocho millones de venezolanos han huido del país en los últimos años.
En los últimos días, la represión del régimen chavista ha ido in crescendo. González se ha visto obligado a refugiarse en España, después de haber sido perseguido por el chavismo y dos ciudadanos españoles han sido arrestados tras haber sido acusados de intentar conspirar para asesinar a Maduro. Aunque el Congreso español sí ha reconocido a González como vencedor de las elecciones, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, prefiere esperar hasta finales de año cuando debe producirse el traspaso de poder tras los comicios.