Xi Jinping llegó a Moscú para iniciar una visita de cuatro días durante la cual asistirá al desfile militar ruso que conmemora el aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, conocido en Rusia como el Día de la Victoria.
El viaje del líder chino ha coincidido con ataques masivos con drones ucranianos contra la capital rusa. El alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, dijo que las unidades de defensa aérea de Rusia destruyeron al menos 19 drones ucranianos durante la noche.
Los ataques obligaron a cerrar la mayoría de los aeropuertos de Moscú y la aerolínea nacional de Rusia. La ola de drones lanzados por Kiev para interrumpir los preparativos del Kremlin para el Día de la Victoria obligó al menos a un líder mundial a desviar su vuelo a Moscú el miércoles, y el avión del presidente serbio debió aterrizar en Bakú, Azerbaiyán, antes de que el avión finalmente aterrizara en la capital rusa.
La visita de Aleksandar Vučić a Moscú, por la que ha sido duramente criticado por varios países europeos, ya había tenido complicaciones cuando Letonia y Lituania habrían prohibido el acceso de su avión a su espacio aéreo, lo que obligó a un desvío.
El Ministerio de Defensa de Rusia afirmó que su ejército había derribado más de 500 drones en las 24 horas anteriores, mientras que los cierres de aeropuertos afectaron al menos a 60.000 pasajeros.
La visita de Xi, que se produce en un momento en que China está inmersa en una guerra comercial con Estados Unidos y poco después de que Ucrania acusara a China de ayudar directamente a la invasión rusa, subraya su estrecha relación con Vladimir Putin. Se trata de la undécima visita de Xi a Rusia desde que asumió la presidencia. Ha hecho más visitas allí que a cualquier otro país.
El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso describió el viaje como «uno de los eventos centrales en las relaciones ruso-chinas de este año». Se espera que Xi firme numerosos acuerdos de cooperación, profundizando la relación «sin límites» entre China y Rusia. También se discutirá el proyecto del gasoducto Power of Siberia 2, que podría transportar 50.000 millones de metros cúbicos de gas al año desde Rusia hasta China.
En un artículo publicado el miércoles, Xi escribió: «China y Rusia son dos países importantes con una influencia significativa y son fuerzas constructivas para mantener la estabilidad estratégica global y mejorar la gobernanza global… Juntos debemos frustrar todos los planes para interrumpir o socavar nuestros lazos de amistad y confianza».
El comercio bilateral entre China y Rusia ha alcanzado niveles récord desde la invasión rusa de Ucrania en 2022, lo que proporciona a Moscú un salvavidas económico en un momento en que los países occidentales le han impuesto sanciones. El comercio alcanzó los 245.000 millones de dólares (183.000 millones de libras) en 2024, un 66% más que en 2021.
China sostiene que es una parte neutral en la guerra y que apoya una resolución pacífica del conflicto. Pero en los últimos meses, Kiev ha sido cada vez más abierta sobre lo que dice es la ayuda directa de China a los esfuerzos bélicos de Moscú. CH