El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este martes que España cumplirá con el objetivo del 2% de inversión en seguridad y defensa este mismo año. El jefe del Ejecutivo comparecía ante los medios de comunicación para avanzar una inversión de 10.471 millones de euros adicionales a los ya destinados a estas políticas de seguridad y defensa (33.123 millones).
Sánchez ha explicado que el Consejo de Ministros ha aprobado un plan de industria y tecnológico que remitirá a Bruselas para que sea evaluado por la UE y por la OTAN y ha asegurado que el objetivo es garantizar la seguridad del país y «consolidar a España como un miembro «central y fiable». En este sentido, ha asegurado que esta inversión adicional se logrará «sin tocar ni un céntimo de euro del estado del bienestar», sin comprometer el gasto social o medioambiental, sin subir los impuestos y sin incrementar el déficit o el endeudamiento.
Y para ello, la financiación tendrá que salir de otras fuentes: la reordenación de algunas partidas de los fondos europeos, como la destinada a la ciberseguridad; de los ahorros generados por la «gestión rigurosa» que ha hecho el Gobierno y los buenos datos económicos; y del margen que dan ciertas partidas que se incluyeron en los presupuestos de 2023 y que ya no se necesitan. «Se trata de reforzar la seguridad europea y es nuestra obligación. Este plan nos ayudará a conseguirlo en un tiempo récord», afirma. «Con el plan que presentamos España cumplirá este año del 2% del PIB y se va a hacer sin subir impuestos», ha matizado Sánchez.
España se va a dotar de un «escudo digital», con una inversión de 3.260 millones de euros, para evitar los más de 1.000 ciberataques que cada año sufren los servicios esenciales y las infraestructuras críticas. Según Sánchez, hasta ahora se ha conseguido repeler los más graves y contener los impactos del resto, pero lejos de desaparecer, la amenaza «cada día es mayor».
Por ello, dentro del plan se van a modernizar los sistemas de telecomunicaciones cifradas de las Fuerzas Armadas, adquirir nuevos satélites, antenas y radares y reforzar los instrumentos de ciberseguridad tanto de uso militar como civil. Asimismo, el objetivo es invertir también en capacidades en 5G, en inteligencia artificial y en computación cuántica.
Mejorar las condiciones de los trabajadores en Defensa era uno de los objetivos y para ello se destinará hasta el 35% de la inversión anunciada. Pero más allá del aumento salarial de los miembros de las Fuerzas Armadas y personal adscrito a este ámbito competencial. Así se invertirán 3.712 millones en mejorar las condiciones laborales, preparación y equipamiento de las Fuerzas Armadas.
Además, el plan de seguridad anunciado por Sánchez creará en torno a 100.000 empleos y aumentará el PIB entre un 0,4 y un 0,7 por ciento. En concreto, generará 36.000 empleos directos y 60.000 indirectos, la mayoría de ellos «con niveles de cualificación y salarios superiores a la media» española. Además, ha precisado que la estimación que hace el Ejecutivo es que este plan va a contribuir a incrementar el PIB entre un 0,4 y un 0,7 puntos porcentuales algo que va a permitir aumentar el i+D+I en un 18%.
Otro de los ejes centrales del plan del Gobierno hace referencia a los mecanismos de Defensa y la compra de armamento. Un punto polémico, este último, que el jefe del Ejecutivo ha defendido bajo el argumento de que «lo hacemos no para atacar a nadie, sino para disuadir», ya que «España es un país pacifista».