La directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, se postulará para un segundo mandato de cinco años después de ser nominada por una serie de países europeos para liderar el prestamista global.
La economista búlgara y defensora de las políticas para hacer frente a la crisis climática contará con el apoyo de su país de origen, que dijo que había aceptado la nominación para otro mandato a partir de septiembre.
Bruno Le Maire, el ministro de Finanzas francés, dijo en una cumbre del G20 que Georgieva había hecho un «gran trabajo» al frente de la institución y que Francia la apoyaría para un segundo mandato. Dimitar Radev, gobernador del banco central de Bulgaria, dijo que se había ganado el «gran respeto y confianza» de los países miembros del FMI durante sus primeros cinco años en la organización con sede en Washington.
Se espera que los ministros de Finanzas de España, Polonia y los Países Bajos se unan a Bulgaria y Francia para respaldar a Georgieva. El apoyo de los países europeos, que se espera que incluya al Reino Unido, será crucial para su reelección, dado que los países europeos tradicionalmente nominan a un candidato para dirigir el FMI, aunque todos los miembros de la Unión Europea deben estar de acuerdo. La decisión final la toma la junta directiva de la institución.
Georgieva, que cumplirá 71 años en agosto, fue directora ejecutiva del Banco Mundial desde 2017 antes de asumir el máximo cargo del FMI en octubre de 2019.
Estuvo a punto de ser expulsada en 2021 tras ser acusada de estar involucrada en la manipulación de datos durante su mandato en el Banco Mundial. Ella negó haber actuado mal y luego fue absuelta, pero solo después de que el directorio del FMI se había reunido siete veces para considerar el caso en su contra.
Mantener a Georgieva para un segundo mandato ayudaría a responder a las preocupaciones de larga data planteadas por los países de mercados emergentes y en desarrollo sobre el duopolio entre Estados Unidos y Europa occidental en las dos instituciones financieras mundiales, el FMI y el Banco Mundial.
Georgieva es la segunda mujer en dirigir el FMI y la primera persona de una economía de mercado emergente. Ha enfrentado críticas por no poner fin al ciclo de deuda y altas tasas de interés que limitan las perspectivas de crecimiento en gran parte del mundo en desarrollo. Los críticos argumentan que el alivio de la deuda y los rescates financieros a menudo están vinculados a programas de privatización y aumentos de impuestos que causan agitación social.
Georgieva ha dicho que ha supervisado 305.000 millones de dólares (238.000 millones de libras) en préstamos a economías de mercados emergentes y un aumento de cinco veces en los préstamos sin intereses a las economías en desarrollo.
La directiva que se describe a sí misma como una «eterna optimista», ha hecho duros comentarios sobre los países miembros, incluida la planificación financiera del gobierno del Reino Unido, y especialmente el reciente énfasis de la administración conservadora en los recortes de impuestos a expensas de la reconstrucción de la resiliencia de la economía ante futuras crisis y la reducción de las deudas.
Radev dijo: «Bajo su liderazgo, el FMI ha apoyado la economía mundial con financiamiento a gran escala para casi 100 países miembros mientras lidiaban con la pandemia de Covid, la guerra en Ucrania y la crisis del costo de vida.
