Activistas de derechos humanos han condenado la decisión de la UE de acoger al príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, en una cumbre en Bruselas, cimentando su rehabilitación internacional seis años después del brutal asesinato del periodista Jamal Khashoggi.
El líder de facto de Arabia Saudí fue uno de los seis representantes del Golfo que participaron en la primera cumbre entre la UE y el Consejo de Cooperación del Golfo, del que también forman parte Bahréin, Kuwait, Omán, Qatar y Emiratos Árabes Unidos.
La reunión, iniciativa del jefe saliente del Consejo Europeo, Charles Michel, parece que expondrá las diferencias entre los dos bloques regionales sobre Ucrania, Oriente Medio y sus futuros lazos en materia comercial y de acceso a visados.
«No estamos de acuerdo en todos los temas. Y, por supuesto, negociar una declaración con esta parte del mundo no siempre es fácil», reconoció un alto funcionario de la UE antes de la reunión. «Para ser franco, eso no es fácil con nuestros 27 estados miembros».
Las agencias de inteligencia estadounidenses concluyeron en 2021 que el príncipe heredero saudí había aprobado el asesinato de Khashoggi, un columnista del Washington Post que vivía exiliado en Estados Unidos y era uno de los críticos más acérrimos del régimen. El asesinato, la tortura y el desmembramiento del disidente dentro del consulado saudí en Estambul causaron horror mundial, dejando al reino brevemente como un paria internacional. Riad culpó a agentes deshonestos y rechazó las versiones de inteligencia de Estados Unidos.
Además, las autoridades saudíes han ejecutado al menos a 198 personas en lo que va de 2024, la cifra más alta registrada desde 1990, según Amnistía Internacional.
La situación en Oriente Medio dominará las conversaciones, pero la UE también quiere que los países del Golfo firmen una declaración sobre Ucrania cuando quedan menos meses para cumplir los tres años de la invasión rusa. CH