Pete Hegseth, nominado por Trump para secretario de Defensa, ha atacado a varias alianzas clave de Estados Unidos, como a la OTAN, así como a diversas instituciones internacionales como Naciones Unidas.
Al mismo tiempo, el hombre que encabezaría el gigantesco ejército de Estados Unidos ha vinculado la política exterior de Estados Unidos casi por completo a la prioridad de Israel, un país del que dice: «Si amas a Estados Unidos, deberías amar a Israel».
Hegseth opina que el ejército estadounidense debería ignorar las convenciones de Ginebra y cualquier ley internacional que rija la conducción de la guerra, y en su lugar «desatarlas» para que se conviertan en una fuerza «despiadada», «intransigente» y «abrumadoramente letal» orientada a «ganar nuestras guerras de acuerdo con nuestras propias reglas».
Las preferencias políticas de Hegseth pueden generar preocupaciones sobre el futuro de la OTAN. Tom Hill, director ejecutivo del Centro para la Paz y la Diplomacia (CPD) comentó que la nominación de Hegseth refleja el hecho de que Trump está inspirando sus cambios a partir del movimiento evangélico nacionalista cristiano.
Al igual que Trump, Hegseth caracteriza a los aliados de la OTAN como que no pagan lo que les corresponde: «La OTAN no es una alianza; es un acuerdo de defensa para Europa, pagado y suscrito por Estados Unidos; y debemos quitárnoslos de encima”.
Otro punto conflictivo es que el futuro líder del Pentágono, no quiere que Turquía siga en la OTAN, Hegseth argumenta que el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, «sueña abiertamente con restaurar el Imperio Otomano» y es «un islamista con visiones islamistas para Oriente Medio”,
«La defensa de Europa no es nuestro problema; he estado allí, La OTAN es una reliquia y debe ser desechada y rehecha para que la libertad sea verdaderamente defendida. Esto es por lo que Trump está luchando», concluye. CH