El recién nombrado secretario de Defensa de Donald Trump dijo a sus aliados en su primer viaje internacional que Estados Unidos ya no estaba «centrado principalmente» en la seguridad europea y que Europa tendría que tomar la iniciativa en la defensa de Ucrania.
Pete Hegseth, de visita en Bruselas para la reunión de ministros de Defensa de la OTAN, afirmó que Europa tenía que proporcionar «la mayor parte» de la futura ayuda militar a Kiev al tiempo que dejo claro que “no volverán a 2014 las fronteras ucranias”.
El jefe del Pentágono, uno de los más impopulares dentro de la Historia de los militares que han encabezado a la Defensa norteamericana, indicó que las crudas realidades estratégicas impiden que Estados Unidos se centren principalmente en la seguridad de Europa.
Dicho esto, Estados Unidos ya no es «el principal garante de la seguridad en Europa» y Hegseth pareció sugerir que era tiempo de una remodelación de la alianza de la OTAN.
La cabeza del Pentágono comentó que Estados Unidos estaba cambiando sus prioridades militares para defender a su patria y disuadir a China, y pidió a los miembros europeos de la OTAN que aumenten los presupuestos de defensa al 5% del PIB para defender mejor el continente.
Como ejemplo, Hegseth dijo que Europa «debe proporcionar la mayor parte de la futura ayuda letal y no letal a Ucrania» en el futuro, aunque no aclaró si Estados Unidos detendría toda su ayuda militar, que ha sido fundamental para ayudar a Kiev a resistir la invasión rusa.
También reiteró la posición de Trump de que «detener los combates y alcanzar una paz duradera» en Ucrania es una prioridad absoluta, y que Kiev debe reconocer que no puede recuperar todo el territorio ocupado por Rusia.
«Debemos empezar por reconocer que volver a las fronteras de Ucrania anteriores a 2014 es un objetivo poco realista», dijo Hegseth, esbozando una posición inicial para cualquier negociación de paz con Rusia.
«Perseguir este objetivo ilusorio solo prolongará la guerra y causará más sufrimiento», agregó, aunque esto podría interpretarse como un reconocimiento efectivo de la anexión de Crimea y grandes partes del Donbás por parte de Rusia.
Kiev solo lograría la paz a través de «sólidas garantías de seguridad», pero Hegseth descartó la membresía de Ucrania en la OTAN. En cambio, la paz tendría que ser asegurada por «tropas europeas y no europeas capaces», que subrayó que no provendrían de Estados Unidos.
Cualquier tropa británica o europea que termine desplegada en Ucrania no estaría cubierta por parte de una misión de la OTAN ni por la garantía del artículo 5 de la alianza, agregó Hegseth, lo que significa que en efecto dependerían de la ayuda de los estados participantes.
A principios de esta semana, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, dijo a The Guardian que Europa no podía ofrecer garantías de seguridad resistentes a Kiev sin la participación de Estados Unidos. «Las garantías de seguridad sin Estados Unidos no son reales», dijo.
Una fuerza de disuasión multinacional con base en Ucrania después de un alto el fuego tendría que tener entre 100.000 y 150.000 efectivos, dijo Zelenskyy, aunque eso sería mucho más pequeño que los más de 600.000 soldados rusos en la Ucrania ocupada.
Dado que muchos ejércitos europeos, incluido el Reino Unido, se enfrentan a dificultades de reclutamiento, no está claro si sería posible constituir una fuerza de ese tamaño sin la participación de Estados Unidos.
Partiendo de un texto preparado de antemano, Hegseth también enfatizó que Estados Unidos quería que los aliados de la OTAN gastaran el 5% de su PIB en defensa, y elogió a Polonia por alcanzar este nivel. Eso significaría duplicar el gasto en defensa del Reino Unido: su presupuesto es actualmente del 2,33% del PIB.
Hegseth explicó que el alejamiento de Europa era necesario porque Estados Unidos «se enfrenta a amenazas consecuentes» y estará centrado en la seguridad fronteriza. Al mismo tiempo, agregó: «También nos enfrentamos a un competidor similar en la China comunista» capaz de amenazar el continente estadounidense y los «intereses nacionales centrales en el Indo-Pacífico».
«Estados Unidos está dando prioridad a disuadir la guerra con China en el Pacífico, reconociendo la realidad de la escasez y haciendo concesiones de recursos para garantizar que la disuasión no falle. A medida que Estados Unidos cambia su atención a estas amenazas, los aliados europeos deben liderar desde el frente», agregó.
El posicionamiento de Hegseth refleja las prioridades declaradas en repetidas ocasiones por el presidente estadounidense de que Europa debe aumentar los presupuestos de defensa y contribuir a su propia seguridad, aunque no llegan a decir que Estados Unidos no protegería a un miembro de la OTAN si fuera atacado.
El artículo 5 de la OTAN establece que si un Estado miembro es atacado, los demás tienen que estar preparados para acudir en su ayuda. Solo se ha invocado una vez en la historia de la alianza, cuando Estados Unidos fue atacado el 11 de septiembre. CH
