Huawei ha sido acusado por una asociación líder de fabricantes de semiconductores de construir una colección de instalaciones secretas de fabricación de chips en toda China para ayudar a la compañía de tecnología a eludir las sanciones de Estados Unidos, según un informe.
La firma tecnológica china pasó a la producción de chips el año pasado y estaba recibiendo un estimado de $30 mil millones en fondos estatales del gobierno, dijo Bloomberg citando a la Asociación de la Industria de Semiconductores, con sede en Washington, y agregó que Huawei había adquirido al menos dos plantas existentes y estaba construyendo otras tres.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos había agregado a Huawei a su lista de control de exportaciones en 2019 por preocupaciones de seguridad. La compañía niega ser un riesgo para la seguridad.
Si Huawei está construyendo instalaciones bajo nombres de otras compañías como alega la Asociación de la Industria de Semiconductores, entonces puede eludir las restricciones del gobierno de los Estados Unidos para comprar indirectamente equipos estadounidenses de fabricación de chips.
Huawei ha sido incluida en una lista comercial de Estados Unidos que restringe a la mayoría de los proveedores de enviar bienes y tecnología a la compañía a menos que se les otorguen licencias.
Los funcionarios han seguido endureciendo los controles para cortar la capacidad de Huawei de comprar o diseñar los chips semiconductores que alimentan la mayoría de sus productos.
En 2019, la administración Trump declaró una emergencia económica nacional que faculta al gobierno norteamericano a prohibir la tecnología y los servicios de «adversarios extranjeros» que se considere que representan «riesgos inaceptables» para la seguridad nacional.
A principios de mes, Joe Biden firmó una orden ejecutiva que prohíbe ciertas inversiones estadounidenses en tecnología sensible en China y requiere que el gobierno notifique la financiación en otros sectores tecnológicos.
La orden prohíbe o restringe ciertas inversiones estadounidenses en entidades chinas en tres sectores: semiconductores y microelectrónica, tecnologías de información cuántica y ciertos sistemas de inteligencia artificial.
En una carta al Congreso, el presidente Biden dijo que estaba declarando una emergencia nacional para hacer frente a la amenaza de avance de países como China «en tecnologías y productos sensibles críticos para el ejército, la inteligencia, la vigilancia o las capacidades cibernéticas».
En agosto pasado, Biden firmó la Ley de Chips, un programa de inversión de $ 50 mil millones que tiene como objetivo «impulsar la investigación, el desarrollo y la producción de semiconductores estadounidenses, asegurando el liderazgo de Estados Unidos en la tecnología que forma la base de todo, desde automóviles hasta electrodomésticos y sistemas de defensa».
“Estados Unidos produce alrededor del 10% de la producción mundial de microchips «y ninguno de los chips más avanzados. En cambio, dependemos del este de Asia para el 75% de la producción mundial», señaló la Casa Blanca en un documento informativo.CH
