Arabia Saudita ha sido elegida para presidir la comisión de la ONU que se supone que promueve la igualdad de género y empodera a las mujeres en todo el mundo, después de un intento de liderazgo sin oposición condenado por grupos de derechos humanos debido al historial «pésimo» del reino en materia de derechos de las mujeres.
El embajador saudí ante la ONU, Abdulaziz Alwasil, fue elegido presidente de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW) por «aclamación» el miércoles, ya que no hubo candidatos rivales ni disidencias en la reunión anual de la CSW en Nueva York.
Alwasil fue respaldado por el grupo de estados de Asia-Pacífico en la comisión. Cuando el presidente saliente, el enviado filipino ante la ONU, Antonio Manuel Lagdameo, preguntó a los 45 miembros si tenían alguna objeción, se hizo silencio en la sala.
Normalmente, un país ocupa la presidencia durante dos años, pero Filipinas se vio presionada por otros miembros del grupo de Asia para que dividiera su mandato y pasara el puesto a otro país después de un año. Se esperaba que Bangladesh asumiera el cargo, pero al final del proceso, Arabia Saudita intervino y presionó para obtener la presidencia, en lo que se considera un intento de pulir la imagen del reino.
Los grupos de derechos humanos señalaron rápidamente la ironía de que la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer esté dirigida por un país en el que la brecha entre los derechos de hombres y mujeres, incluso sobre el papel, es tan amplia.
Sherine Tadros, directora de la oficina de Amnistía Internacional en Nueva York, señaló que Arabia Saudí ocupará la presidencia el año que viene, en el 30º aniversario de la declaración de Pekín, un plan histórico para promover los derechos de las mujeres en todo el mundo.
«Quienquiera que esté en la presidencia, que ahora es Arabia Saudita, está en una posición clave para influir en la planificación, las decisiones, el balance y la mirada hacia el futuro, en un año crítico para la comisión», dijo Tadros. «Arabia Saudí está ahora al mando, pero el propio historial de Arabia Saudí en materia de derechos de las mujeres es pésimo y está muy lejos del mandato de la comisión».
La misión saudí ante la ONU no respondió a una solicitud de comentarios, pero los funcionarios saudíes han señalado una ley de «estatuto personal» establecida en 2022 como prueba del progreso en los derechos de las mujeres.
Sin embargo, la ley estipula que una mujer tiene que obtener el permiso de un tutor masculino para casarse. Según la ley, la esposa tiene que obedecer a su marido de «manera razonable», mientras que el apoyo financiero de su marido depende de la «obediencia» de la esposa.
La negativa a tener relaciones sexuales con su marido, a vivir en el hogar conyugal o a viajar con él sin una «excusa legítima» también puede justificar la retirada de la ayuda financiera en virtud de la ley. Amnistía Internacional dijo que un borrador filtrado de un nuevo código penal «no protege a las mujeres y las niñas de todas las formas de violencia de género».
«La elección de Arabia Saudita en la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU muestra un escandaloso desprecio por los derechos de las mujeres en todas partes», dijo Louis Charbonneau, director de Human Rights Watch (HRW) para la ONU.
«Un país que encarcela a las mujeres simplemente porque defienden sus derechos no tiene por qué ser el rostro del principal foro de la ONU para los derechos de las mujeres y la igualdad de género. Las autoridades saudíes deben demostrar que este honor no es del todo inmerecido y poner en libertad de inmediato a todas las defensoras de los derechos de las mujeres detenidas, poner fin a la tutela masculina y garantizar el pleno derecho de las mujeres a la igualdad con los hombres.»
Charbonneau dijo que HRW trató de presionar a otros países entre los 45 miembros actuales de la CSW, que incluyen estados con un historial mucho mejor en materia de derechos de las mujeres como Holanda, Japón, Portugal y Suiza.
«Si todos levantaran un hedor lo suficientemente grande, entonces no sucedería», dijo. «Pero todo el mundo está callado. Alguien podría convocar una votación, y nadie parece querer hacerlo tampoco, lo que me parece ridículo». CH
