Las naciones occidentales han condenado ampliamente las elecciones presidenciales de Rusia, en las que Vladimir Putin se adjudicó una victoria aplastante que lo mantendrá en el poder hasta al menos 2030 en medio de una represión de la disidencia y la oposición.
«Estas elecciones rusas subrayan crudamente la profundidad de la represión bajo el régimen del presidente Putin, que busca silenciar cualquier oposición a su guerra ilegal», dijo el ministro de Relaciones Exteriores británico, David Cameron, mientras los ministros de Relaciones Exteriores de la UE se reunían para aprobar nuevas sanciones contra 30 personas y organizaciones en respuesta a la muerte del líder opositor ruso Alexei Navalny.
«Putin elimina a sus oponentes políticos, controla los medios de comunicación y luego se corona a sí mismo como el ganador. Esto no es democracia», dijo Cameron.
En Washington, el portavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel, denunció las elecciones como «antidemocráticas» y dijo que Estados Unidos no felicitaría a Putin. «Este fue un proceso increíblemente antidemocrático», dijo Patel a los periodistas, detallando el encarcelamiento y la descalificación de opositores y la muerte de Navalny en una colonia penal del Ártico. «Es probable que siga siendo el presidente de Rusia, pero eso no lo excusa de su autocracia», dijo Patel.
Un portavoz del gobierno alemán calificó a Rusia de dictadura y dijo que el canciller, Olaf Scholz, no felicitaría a Putin por su reelección en una votación considerada por Berlín como «predeterminada».
El recuento oficial de las elecciones de tres días fue de un 87,28% de los votos para Putin, lo que el Kremlin describió el lunes como una victoria dominante, diciendo que los resultados mostraban que la gente se había consolidado en torno al presidente ruso.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a los periodistas: «Esta es la confirmación más elocuente del nivel de apoyo de la población del país a su presidente y su consolidación en torno a él».
En un discurso de victoria el domingo, Putin desestimó las críticas occidentales a las elecciones como injustas y antidemocráticas, y dijo a sus partidarios que eran «esperadas». También se refirió por primera vez a la muerte de Navalny, a la que calificó de «triste acontecimiento».
En un concierto en la Plaza Roja de Moscú el lunes por la noche para celebrar el décimo aniversario de la anexión de Crimea, Putin disfrutó de su victoria electoral, cantando el himno nacional con una multitud ondeando banderas rusas. «De la mano, saldremos adelante y esto nos hará más fuertes… Larga vida a Rusia», dijo Putin.
La rápida toma de Crimea por parte de Putin en marzo de 2014 es vista como el comienzo de 10 años de acción militar contra Ucrania y una piedra angular de la Rusia reimaginada de Putin.
Putin dijo a la multitud que Crimea era el «orgullo de Rusia» y que la península del Mar Negro había «vuelto a su puerto natal» cuando Moscú se anexionó la región.
El presidente ruso suele hablar en la celebración anual que marca la anexión de Crimea, un discurso que fue precedido el lunes por canciones patrióticas interpretadas por cantantes pro-Putin.
Varios medios rusos independientes informaron que se había ordenado a los empleados estatales y a los estudiantes que asistieran a las celebraciones. Rusia tiene una larga historia de empleados estatales que han sido coaccionados para asistir a manifestaciones a favor del gobierno.
El porcentaje de votos de Putin, que equivale a 76 millones de votos y es, con mucho, el más grande en la historia de la Rusia postsoviética, sigue a una elección descrita como una burla por un grupo de monitoreo independiente.
El organismo independiente de control electoral ruso Golos dijo que había encontrado niveles sin precedentes de fraude en las elecciones presidenciales. «Nunca antes habíamos visto una campaña presidencial que no cumpliera tanto con los estándares constitucionales», dijo Golos, cuyo codirector se encuentra actualmente en la cárcel en Rusia.
«Las elecciones no cumplieron su función principal: reflejar el estado de ánimo real de los ciudadanos, y no permitieron que [los ciudadanos] tomaran decisiones independientes y libres sobre el futuro de su país», agregó.
Aunque rechazado por Occidente, los líderes de China y Corea del Norte, dos países que han apoyado a Moscú en sus combates en Ucrania, felicitaron a Putin. El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, saludó la «victoria decisiva» de Putin, informó la agencia estatal de noticias IRNA. Rusia ha desplegado drones de fabricación iraní contra ciudades ucranianas.
Putin también recibió mensajes de India y Emiratos Árabes Unidos, dos aliados occidentales tradicionales a los que Moscú ha cortejado con éxito desde el inicio de la guerra en Ucrania hace más de dos años.
El primer ministro de India, Narendra Modi, ofreció sus «cálidas felicitaciones» a Putin y agregó que esperaba desarrollar su relación «especial». Rusia es el mayor proveedor de armas de India. CH
