Dicen que la ficción termina por superar a la realidad y en la historia de la humanidad hay múltiples ejemplos, simplemente lo que hacemos ahora mismo, poder leer un texto sin papel y sin tinta, todo en un artefacto que ha sufrido un vertiginoso cambio en los últimos 20 años, un teléfono “inteligente” que cada vez se ocupa menos para hablar como en la idea original de Alexander Graham Bell, Antonio Meucci, Johann Philipp Reis o Amos Dolbear, que decir de Martin Cooper que solo buscaban comunicar acortando las distancias. Como buenos inventores quizás lo soñaron en una sociedad muy distante.
La fascinación por el cine y la literatura nos lleva indiscutiblemente por los laberintos de la ciencia ficción, este es un género literario llevado a la pantalla y a otras artes que se ha cultivado desde el siglo pasado, particularmente en 1920 y 1930 con la tecnificación, la ciencia y la tecnología de la posmodernidad en diversos soportes y distintos públicos. Su principio radica en la creación de relatos especulativos en torno al impacto de la ciencia y la tecnología en la vida humana, aunque se asocia con sueños de mundos futuros y capacidades tecnológicas venideras, la ciencia ficción es un mundo imaginativo complejo.
Autores como Isaac Asimov, Robert Heinlein y Arthur Charles Clarke cultivaron la novela y el relato de ciencia ficción con gran mérito artístico y luego fueron llevados al cine, su aceptación es tal que algunas obras son clásicos donde se cuentan historias de futuros distópicos y sociedades del futuro, mundos paralelos, robots, viajes interestelares, realidades virtuales, culturas alienígenas y dilemas físicos de la realidad conocida y el discurso científico y tecnológico es fundamental en este género narrativo.
Aquí algunas de mis favoritas como: “Metrópolis”, “Blade Runner”, “Matrix”, “Inception”, “Interestelar”, “Ex Machina”, “Her”, “Arrival”, “Annihilation”, “Dune” y la saga de “Star Wars” hasta que la empresa Disney terminó con la historia. Films como “Terminator” marcaron a toda una generación, la historia de la lucha del hombre contra la maquina y la posibilidad de que una entidad cibernética extermine a la humanidad. También ahí queda la novela de Asimov “I robot” que cuenta una historia parecida.
Pero como decía párrafos arriba que la realidad termina por superar a la ficción, en plena época de la guerra entre empresas que desarrollan tecnología de Inteligencia Artificial, el astrofísico estadounidense Michael Garrett nos advierte en su artículo publicado en Acta Astronautica, la posibilidad de que la IA termine con la vida inteligente en unos 200 años.
El astrofísico nos propone un escenario inquietante: la inteligencia artificial no solo amenaza nuestros empleos y privacidad, sino que podría ser el verdugo de toda civilización avanzada en el cosmos.
Plantea que la IA está emergiendo como uno de los desarrollos tecnológicos más transformadores en la historia de la humanidad. Su potencial para revolucionar industrias, resolver problemas complejos y simular una inteligencia comparable o superior a las capacidades humanas nos ha catapultado a una era de cambios tecnológicos sin precedentes. La ciencia ficción también lanza advertencias.
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Hasta la próxima.
