«A veces creo que hay vida en otros planetas,
y a veces creo que no. En cualquiera de los dos
casos la conclusión es asombrosa».
Carl Sagan
La relación bilateral entre México y Estados Unidos ha transitado por diversos momentos de tensión, y la administración de Joe Biden no ha sido la excepción. Desde el inicio de su mandato, los temas álgidos en la agenda bilateral han incluido el comercio, la seguridad, la migración y, en fechas recientes, la controversia sobre el sistema judicial mexicano.
Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, las diferencias con Washington se intensificaron. Entre las causas más visibles estuvieron las críticas provenientes de la embajada estadounidense y de su embajador, Ken Salazar, respecto a la reforma judicial propuesta por el gobierno mexicano, que incluía la controvertida idea de elegir jueces mediante votación popular. Estas posturas generaron incomodidad en el gobierno mexicano, particularmente porque señalaron riesgos en la independencia del Poder Judicial.
Los de la 4T le apostaban a que Kamala Harris se convirtiera en presidenta, pero el republicano la barrió y el peor escenario se hizo realidad para Claudia Sheinbaum y su equipo de diplomáticos encabezado por Juan Ramón de la Fuente. Pero también para Marcelo Ebrard y su secretaría de Economía, un viejo conocido de Trump y la negociación del T-MEC en 2018, al mismo que doblaron, para la narrativa oficial quisieron hacerlo parecer como un gran negociador.
Luego de usar a México y a los migrantes en campaña y ya como presidente electo, Claudia Sheinbaum quiso ponerle límites a Trump, pero este reparó con mensajes en redes sociales donde amagaba con cerrar la frontera, iniciar una guerra de aranceles y por si fuera poco buscar los mecanismos para venir por los capos de la droga en nuestro territorio. Como respuesta de Palacio Nacional salió una misiva y eso generó una llamada entre Sheinbaum y Trump. Para la primera, todo fue terciopelo y buenas formas del mandatario. Para el segundo la mexicana aceptó controlar la migración y limitar los negocios con China. Le jugaron al teléfono descompuesto y eso, más allá de saber quién miente, genera incertidumbre.
Para el fin de semana comenzó a circular una fotografía de una reunión entre el primer ministro Justin Trudeau con Donal Trump, de nuevo para quien será el presidente 47° de EU fue “productivo”, los temas que tocaron fueron frontera, comercio, la crisis del fentanilo, guerra en Ucrania y la Otan.
El asunto son los mensajes que se mandan y la cercanía con el de Canadá y la frialdad de una llamada o una carta. Me dicen de Palacio Nacional que no cayó nada bien esa reunión y ya están trabajando para que por lo menos Juan Ramón de la Fuente pueda tener acercamiento con los más cercanos a Trump.
Ya se habla que México propondrá un plan B sobre China a Estados Unidos para fortalecer la productividad de América del Norte y reducir la dependencia de partes y componentes chinos, adelantó Marcelo Ebrard, secretario de economía.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y algunos legisladores de ese país han expresado preocupaciones sobre la posibilidad de que China utilice a México como plataforma para eludir los aranceles estadounidenses sobre bienes procedentes de China e invertir en el sector manufacturero de México.
Para bajarle un poco a lo estruendoso de la información, iniciaron su estrategia de nado sincronizado entre sus youtuberos y moneros con mensajes desacreditando la reunión y exaltando la llamada con la presidenta.
Insisto en que los mensajes son importantes y esa foto puede ser un presagio de las nuevas relaciones comerciales para el norte del continente… pero mejor ahí la dejamos.
Al doctor Corona
Lo conocí en la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión. Luego lo invité a “El poder de la Palabra”, programa que tenía en Capital y EfektoTV para que hiciera comentario y sus imitaciones. El me hizo colaborador de El Acento donde nos divertíamos interactuando.
Como es la vida, el doctor falleció repentinamente el viernes pasado. Nos habíamos encontrado el martes anterior, nos quedó pendiente echar un vino tinto y muchas charlas.
Abrazo grande a su familia. Descansa en paz querido amigo…
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Hasta la próxima.