Nada pasa mientras vivimos. El escenario cambia,
las personas vienen y van. Eso es todo.
Jean Paul Sartre
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
México es reconocido mundialmente como el principal productor y exportador de aguacate. En eventos como el Super Bowl su consumo aumenta y ese fruto llega a cotizarse alto en diferentes países del mundo.
Aunque se ha intentado cultivar en otras partes del mundo, México cuenta con una amplia gama de variedades de aguacate, cada una con características únicas de sabor, textura y tamaño, pero el que se cosecha en Michoacán tiene calidad de exportación.
Otro fruto nacional que conquista paladares internacionales es el limón, inclusive nos consideran un gigante en su producción por la exportación ya que es de calidad y se ha posicionado como uno de los cítricos más demandados por su acidez y aroma ideal para una gran variedad de platillos y bebidas.
México ocupa el lugar 20 a nivel mundial por el número de personas que trabajan en el sector agropecuario y pesquero, donde India (206 millones) y China (184 millones) tienen el mayor contingente de ocupados. México ocupa el 12° lugar en producción mundial de alimentos, 12° en producción mundial de cultivos agrícolas, 10° en producción mundial de ganadería primaria, 17° en producción mundial pesquera y acuícola.
Pero la realidad para que estos productos lleguen a la mesa de quienes lo consumen se tiene que pasar por una grave situación, en recientes investigaciones se dio a conocer que al menos 15 empacadoras de limón fueron cerradas en el estado de Michoacán, según lo dicho por productores, el cierre fue debido al excesivo cobro de piso del crimen organizado.
Un informe de la Mesa Estatal de Seguridad, la región de Apatzingán se ha convertido en un territorio de disputa entre varios grupos criminales que buscan controlar las extorsiones en la zona. Entre estos grupos se encuentran el Cártel de Los Caballeros Templarios, el Cártel de Acahuato y Cárteles Unidos, este último compuesto por sus brazos armados Los Viagras y Blancos de Troya.
La presencia y confrontación de estas organizaciones no solo incrementa la violencia en la región, sino que también agrava la situación de inseguridad para los habitantes y sectores productivos, dificultando las actividades económicas y cotidianas en Apatzingán. La lucha por el control de las extorsiones es un reflejo del poder que estos grupos ejercen, impactando profundamente en la estabilidad social y económica de la región.
Según el Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM), que se encarga de realizar un comparativo diario de precios de hortalizas y frutas en centros mayoristas, el precio del limón en la Central de Abastos de Toluca refleja la realidad económica de los productores de Michoacán.
El kilogramo de limón, proveniente de este estado, oscila entre los 25 y 30 pesos. Este precio es un indicador de las condiciones que enfrentan tanto los agricultores como los consumidores, en un contexto donde factores como la seguridad y las demandas del crimen organizado pueden influir significativamente en el costo final de los productos agrícolas.
También están los aguacateros de Michoacán que desde hace años sufren del mismo problema y eso lo trasladan al costo de venta para los consumidores. Los que siembran el jitomate en territorios calientes y son víctimas de extorsión. Incluso otros que sufren de extorsión de productos que no son exportados a otros lugares son los comerciantes dedicados al pollo, huevo y tortillas en Edomex, los operadores criminales no solamente imponen precios por encima del mercado, sino que también obligan a los comerciantes a adquirir bienes en determinadas regiones del estado.
En algunos lugares los cárteles venden los insumos como las gasolinas, controlan la venta de alimentos y fijan los precios, pero de eso no les gusta que se pregunte en la mañanera, de eso no sabe nada Rosa Icela Rodríguez la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. Esa problemática afecta los precios de estos productos en el mercado interno y externo, pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.
