Altos funcionarios de prisiones del centro penal del Ártico donde fue detenido y murió el opositor ruso Alexei Navalny tendrán prohibida la entrada al Reino Unido y se congelarán sus activos, en virtud de las sanciones anunciadas por David Cameron.
El secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido impuso sanciones a seis personas en respuesta a la muerte de Navalny, de la que se ha culpado ampliamente al Kremlin.
El jefe de la colonia penal, Vadim Konstantinovich Kalinin, quien presuntamente supervisó el brutal campo de prisioneros, se encuentra entre los afectados por las nuevas restricciones.
El Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que los seis habían sido atacados por «actividades que violan el derecho a no ser sometido a tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes y el derecho a la vida».
Al anunciar las sanciones, Cameron dijo: «Está claro que las autoridades rusas vieron a Navalny como una amenaza y trataron repetidamente de silenciarlo. Los agentes del FSB lo envenenaron con novichok en 2020, lo encarcelaron por actividades políticas pacíficas y lo enviaron a una colonia penal del Ártico.
«Nadie debería dudar de la naturaleza opresiva del sistema ruso. Es por eso que hoy estamos sancionando a los más altos funcionarios de prisiones responsables de su custodia en la colonia penal donde pasó sus últimos meses.
A su vez el primer ministro británico, Rishi Sunak dijo: «Murió por una causa a la que dedicó toda su vida: la libertad y ahora Putin y su régimen atroz han cometido todo tipo de barbaridades”.
«Junto con nuestros aliados, estamos considerando todas las opciones para hacer que Rusia y Putin rindan cuentas, y esta mañana sancionamos a quienes dirigen la prisión donde aún yace el cuerpo de Alexei Navalny».
En respuesta, el líder laborista, Keir Starmer, dijo que Navalny había «muerto para exponer la corrupción del régimen de Putin», y agregó que era un recordatorio de que el presidente ruso, Vladimir Putin, ha «robado no solo la riqueza, sino el futuro y la democracia del pueblo ruso». CH
