La Junta había dado el debate por cerrado pero los alcaldes de Málaga y Sevilla, ambos del PP, han decidido mantener la presión sobre el Gobierno andaluz y también sobre el Gobierno central para exigir que se regule una tasa que permita obtener financiación extraordinaria para compensar los efectos de la presión turística sobre los servicios y la ciudadanía, incluido el aumento de los alquileres.
El sevillano José Luis Sanz y el malagueño Francisco de la Torre han aprovechado un foro informativo organizado por la Fundación Cámara de Sevilla en la capital andaluza para volver a reclamar una tasa turística que permita a los ayuntamientos contar con recursos extraordinarios para afrontar el sobrecoste de los servicios. Y lo han hecho en presencia del consejero de Turismo, Arturo Bernal, que hasta la fecha se ha mostrado radicalmente contrario a cobrarle a los viajeros una tasa por pernoctar en establecimientos turísticos.
«No necesitamos batir más récords de visitas», ha afirmado De la Torre, que considera que una tasa turística es, no sólo una vía de financiación, sino también una forma de proteger el turismo frente al rechazo que empieza a generar entre los ciudadanos que no se benefician directamente de su impacto económico.
El alcalde de Málaga cree que la tasa turística aplicada a los pisos turísticos podría servir para recaudar fondos para promover alquileres sociales o conceder ayudas a las familias que han visto cómo la presión turística ha encarecido la vivienda. De la Torre cree que Málaga y Andalucía no necesitan más viajeros sino un turismo de más calidad, «con más hoteles de cinco estrellas».
También el alcalde de Sevilla ha reclamado un «instrumento de financiación extraordinario» que permita disponer de más medios para rehabilitar o mantener el patrimonio de la ciudad, además de recordar la necesidad de limitar el crecimiento de las viviendas de uso turístico. El gobierno de José Luis Sanz lleva meses intentando aprobar una plan para restringir el número de viviendas turísticas en los barrios más saturados pero, sin mayoría en el pleno, de momento no ha conseguido un acuerdo con el resto de los grupos municipales para que la iniciativa reciba la luz verde.
Sanz ha recordado que el turismo supone el 25 por ciento del PIB de la ciudad y da empleo a 30.000 personas. Y eso, ha añadido, no es incompatible con implantar procedimientos para paliar el efecto del turismo sobre la ciudad y sus vecinos.
En Málaga, la restricción a los pisos turísticos ha llegado de la mano de una regulación que obliga a estas viviendas a tener un acceso propio directo desde la calle, lo que, en la práctica, supone que ya no será posible que haya pisos turísticos en bloques de viviendas, según ha recordado De la Torre.
El aumento de la presión de los alcaldes de Sevilla y Málaga se ha producido tras un verano de máximos, en el que los aeropuertos de Málaga y Sevilla han cerrado el mejor agosto de su historia, con máximos tanto en la cifra de operaciones como de viajeros respecto a 2023. El malagueño ha registrado 2.652.017 pasajeros, un 9,6 % más, y 18.083 vuelos, lo que supone un crecimiento del 6,7 %, según el balance de Aena; mientras que el de Sevilla ha alcanzado en agosto las 5.718 operaciones, un 8,1 % más, y los 764.518 viajeros, un 6,5 % más que en la misma fecha de 2023.
Por su lado, Arturo Bernal ha vuelto a echar balones fuera, afirmando que la solución a la falta de financiación que denuncian los alcaldes pasa por reformar la Ley de Haciendas Locales, de manera que sean los ayuntamientos los que asuman la responsabilidad y la gestión de esa tasa.
En declaraciones recogidas por la agencia Efe, Bernal ha cuestionado la relación que hacen los alcaldes entre el turismo y el aumento del precio de la vivienda. A su juicio, «no tiene fundamento» que el 2,5 por ciento del parque de vivienda de Andalucía sea «el causante de la falta de vivienda para alquiler».
Para el consejero, el verdadero problema de la vivienda tiene que ver con una Ley de Vivienda estatal «absolutamente fallida» y que ha propiciado que se haya retirado del mercado mucha vivienda que no tenía uso turístico. «Sólo un 25% de la vivienda que se ha retirado era de uso turístico y el resto es vivienda vacía», según el consejero. A este respecto, ha apuntado que en Málaga, con importante problema de acceso al alquiler, hay 16.000 viviendas vacías. «El problema se resolvería con 5.000 viviendas que entraran en el mercado de alquiler, y eso no se produce por la falta de seguridad jurídica de los propietarios», ha añadido.