domingo, junio 15, 2025

Dinamarca dará acceso a EUA sin obstáculos a sus bases áreas

Dinamarca ha votado abrumadoramente a favor de un nuevo acuerdo de defensa que otorga a Estados Unidos amplios poderes en suelo danés, incluido el...
spot_img

De esta categoría

Trump cede ante China y se refugia en Medio Oriente

China reactivó la compra de aviones Boeing tras conversaciones con EE.UU. para reducir la tensión comercial. Trump cedió ante la presión de China, bajando los aranceles recíprocos del 145% al 30%, mientras China los redujo del 125% al 10%. Sin embargo, siguen vigentes otros aranceles y la preocupación por la estanflación en EE.UU. persiste.

China ha reactivado su pedido de aviones Boeing que había cancelado en abril. Se trata de la primera reacción, de Beijing, al resultado positivo de las conversaciones llevadas a cabo en Suiza entre los equipos negociadores de China y Estados Unidos para rebajar la tensión creada a raíz del recrudecimiento de la guerra comercial.

          Ha sido una victoria para el gobierno del presidente Xi Jinping, un pulso arancelario que la economía norteamericana no estaba en posibilidades de sostener: el gobierno de Trump llegó a imponer   aranceles  recíprocos de 145% a los bienes chinos y en consonancia, China gravó los productos norteamericanos con aranceles recíprocos de 125 por ciento.

          En una medida transversal, el mandatario chino ordenó detener la venta de tierras raras a EU y paralizó las  compras de 45 aviones comerciales Boeing,  mientras la compañía norteamericana se desplomaba más del 3% en  Wall Street.

          Si en 2018, China fue más moderada para responder a Trump en su primera andanada de su guerra comercial, en esta ocasión ha tenido una política mucho más agresiva. Su respuesta  ha sido contundente.

          No se puede ganar una guerra comercial con China, advirtió Xulio Ríos, asesor emérito del Observatorio de la Política China en España; y,  recalcó, que el gobierno chino ha venido preparándose para la vuelta de Trump al poder y para una segunda ola arancelaria. “China va a defender sus intereses”.

          En el mismo sentido, Adam Posen, presidente del Instituto Peterson de Economía Internacional, manifestó lo fácil que es perder una guerra comercial y más si es contra China.

“China es la que tiene un dominio de escalada en esta guerra comercial. Estados Unidos obtiene bienes vitales de China que no pueden ser reemplazados en el corto plazo o fabricados en casa a un costo menor que el prohibitivo. Reducir esa dependencia de China puede ser una razón para actuar, pero luchar en la guerra actual antes de hacerlo es una receta para una derrota casi segura, a un costo enorme”, en la opinión de Posen.

Para este destacado economista de Harvard, lo único que le  aguarda a los habitantes de la Unión Americana es escasez como resultado de la guerra comercial que, por el momento, queda suspendida por un lapso de noventa días entre EU y China en el renglón de los llamados aranceles recíprocos.

La Unión Americana bajará los aranceles recíprocos de 145% al 30% para los productos chinos y, China,  reducirá los aranceles recíprocos  de 125% al 10 por ciento. En los cuatro meses de gobierno de Trump se han provocado sendas distorsiones en el comercio mundial; algunos corporativos en Europa o incluso en Asia adelantaron, desde finales del año pasado, por varios meses sus volúmenes de exportaciones anticipándose a la estrategia arancelaria que seguiría el  nuevo gobierno en la Casa Blanca.

Algunos cubrieron tres meses o máximo hasta seis meses de sus exportaciones y ya han visto la magnitud del desastre comercial provocado por el nuevo gobierno; resta ahora cubrir el tercer y cuarto trimestre del año con los pedidos en la mesa.

Trump ha decidido dar un impasse de noventa días.  Su movimiento es interpretado aquí en Europa como una forma de ceder ante la presión de Beijing y, además, está la propia demanda interna en EU; los meses por venir son marcadamente los de mayor consumo y la escasez no puede hacer mella en días estelares como el Black Friday.

“Los países con déficits comerciales globales, como Estados Unidos, gastan más de lo que ahorran. En las guerras comerciales, renuncian o reducen el suministro de cosas que necesitan ya que los aranceles hacen que cuesten más. En consecuencia, el impacto se siente en industrias, lugares u hogares específicos que enfrentan escasez, a veces de artículos necesarios, algunos de los cuales son irremplazables a corto plazo”, de acuerdo con Posen.

Este intervalo de tres meses que se han dado,  EU y China, en medio de conversaciones que deberán continuar entre los equipos, Trump lo justifica como una intención de su gobierno de no perjudicar a China.

“China estaba siendo lastimada muy mal. Estaban cerrando fábricas. Estaban teniendo muchos disturbios y yo los he visto muy felices porque les hemos propuesto una tregua comercial”, afirmó el mandatario estadunidense.

Posen tiene una postura contraria a la de Trump y sostiene        que es la economía de EU la que sufrirá enormemente en una guerra comercial a gran escala con China y prolongada en el tiempo.

“De hecho, la economía estadunidense sufrirá más que la economía china, y el sufrimiento solo aumentará en Estados Unidos si se  intensifica. La administración Trump puede pensar que está actuando con dureza, pero en realidad está poniendo a la economía estadunidense a merced de la escalada china”, indicó el experto.

En un análisis publicado en Foreing Affairs, Posen explica el riesgo enorme que tiene la economía norteamericana  si prevalece la guerra  arancelaria con el gigante asiático: “Estados Unidos enfrentará escasez de insumos críticos que van desde los ingredientes básicos de la mayoría de los productos farmacéuticos, hasta los semiconductores utilizados en automóviles y electrodomésticos; pasando por minerales críticos, necesarios para los procesos industriales,  incluidos igualmente en la producción de armas”.

En una primera fase de la guerra arancelaria, el golpe inicial se resiente  en la microeconomía, pero después, pasa a afectar a la macroeconomía un efecto que Posen aborda con claridad: “El choque de la oferta por reducir drásticamente o reducir a cero las importaciones de China, como Trump pretende querer lograr, significaría una estanflación, la pesadilla macroeconómica vista en la década de 1970 y durante la pandemia, cuando la economía se contrajo y la inflación aumentó simultáneamente. Es una  situación, que puede estar más cerca de lo que muchos piensan, a la Reserva Federal y a los responsables de la política fiscal solo les quedan opciones terribles y pocas posibilidades de evitar el desempleo, excepto aumentando aún más la inflación”.

De la tregua temporal, Andrew Wilson, director de Política Global de la Cámara de Comercio Internacional (CCI), declaró que el acuerdo permitirá levantar la nube de incertidumbre en materia de política comercial que sigue pesando sobre la inversión, la contratación y la demanda en todo el mundo.

¿A qué acuerdo han llegado los equipos negociadores de China y EU?  Los aranceles recíprocos han quedado suspendidos: EU baja los suyos de 145% a 30% y, China, los reduce de 125% a 10 por ciento. No obstante, siguen vigentes los aranceles adicionales de 20% que la Casa Blanca impuso a Beijing para presionar en el comercio ilegal del fentanilo. También están vigentes los aranceles preexistentes sobre el acero y los automóviles.

 El Ministerio de Comercio de China  declaró que la suspensión temporal de los aranceles recíprocos eran un primer paso relevante para resolver las diferencias mutuas en aras de profundizar el camino de la cooperación.

Por su parte, Matthew Shay, presidente de la Federación Nacional de Minoristas en EU (NRF, por sus siglas en inglés) dijo que se sentía alentado por las negociaciones constructivas: «Esta pausa temporal es un primer paso crítico para proporcionar un alivio a corto plazo para los minoristas y otras empresas que están en medio de pedidos de mercancías para su campaña de otoño e invierno”.

Miedo a la estanflación

El más reciente reporte del Índice de Precios al Consumidor (IPC) mostró que durante el mes de abril,  la inflación en  EU  se moderó y tuvo un descenso de una décima respecto a marzo. De forma interanual se ubicó en 2.3%, de acuerdo con información del Buró de Estadísticas Laborales.

Ha sido un dato mejor de lo esperado en momentos  que los economistas advierten de una estanflación en la economía norteamericana. El mes pasado, el Fondo Monetario Internacional (FMI)  reajustó sus expectativas de PIB para el mundo, rebajando cuatro décimas sus perspectivas, pasando el PIB mundial de  3.2% a 2.8% esperado para este año.

Para la economía norteamericana, el organismo internacional modificó  sus perspectivas: le ha restado cuatro décimas a sus estimaciones reajustando el PIB de 2.2% a 1.8% para 2025.

El año pasado, la inflación en EU cerró en 2.9%  y el PIB en 2.8 por ciento. La Reserva Federal tiene como objetivo reducir la inflación a 2% pero el escenario es complejo porque aranceles más altos solo encarecen más los productos para los consumidores.

La mayoría de los economistas de prestigiosas universidades como Harvard y Yale  han recomendado a Trump detener la guerra arancelaria ante el temor de llevar a la economía norteamericana a una recesión con inflación alta.

 Los aranceles de Trump solo sirven para  calentar los precios y si bajan las tasas de interés la gente podrá endeudarse a precios más baratos y, por ende, comprar más. Eso alienta más a la inflación. Una inflación en EU de 4% este año, con un PIB de 1.8%, es una estanflación que causará muchos trastornos internos en la macroeconomía y causará destrucción de empleo y quiebra de empresas en la microeconomía.

En un estudio reciente el Bank of America advierte que la economía norteamericana languidece mientras los inversores están dejando sus posiciones en EU para refugiare en Europa y Japón.

          “En abril pasado, los inversores retiraron 8 mil 900 millones de dólares de acciones estadunidenses y enviaron 7 mil 800 millones de dólares a acciones extranjeras”, según con el organismo privado.

          Pero la intranquilidad reina igualmente en otros  mercados como el  de los bonos del Tesoro norteamericano cuya situación lleva varias semanas dando voces de alerta sobre fuga de capitales, venta de activos y reducción de posiciones extranjeras en los bonos de mediano y de largo plazo.

          “Por cada entrada de 100 dólares en las acciones estadunidenses desde las elecciones presidenciales de 2024, han salido cinco dólares en las últimas tres semanas”, señalaron desde Bank of America.

          A su vez, Wall Street ha indicado que la renta variable europea registró una entrada de 3 mil 400 millones de dólares en acciones y la renta variable japonesa también se benefició de 4 mil 400 millones de dólares en diversas empresas que conforman el índice Nikkei. “La mayor preocupación está en las ventas que siguen registrando los bonos del Tesoro de EU”.

Bank of America también reveló que sus clientes privados, que en conjunto tienen 3.7 billones de dólares en activos, han comenzado a mostrar inquietud por los riesgos de deflación en la economía norteamericana.

Hay temor al comportamiento de los precios. Recientemente,  la cadena Walmart, el minorista más grande del mundo, alertó que no es inmune a los aranceles y que ya está  subiendo precios en varios artículos.

«Haremos todo lo posible para mantener nuestros precios lo más bajos posible, pero dada la magnitud de los aranceles, incluso en los niveles reducidos anunciados por China y EU en esta tregua de noventa días, no podemos absorber toda la presión dada la realidad de los estrechos márgenes minoristas”, afirmó Doug McMillon, presidente ejecutivo de la cadena comercial.

Si bien, el 60% de los alimentos que vende Wal Mart, son de origen estadunidense muchos de los otros bienes no perecederos son importados fundamentalmente de China. “Los aranceles ya han encarecido colchones, juguetes, aparatos electrodomésticos y otros productos”.

El investigador de la Universidad de Georgetown, Abraham Newman,  destaca que  EU está en una posición de debilidad en la ronda de negociaciones arancelarias, debido al peso del mercado de bonos.

“El mercado de bonos ya ha señalado que no soportará el costo de estos aranceles más elevados… Las consecuencias para Estados Unidos de haber impuesto aranceles superiores al 100% eran demasiado elevadas: los puertos se estaban vaciando y las familias estadunidenses podrían haberse visto realmente obligadas a privar a sus hijos de regalos en la próxima Navidad. El acuerdo anunciado  con China no es tal: Estados Unidos simplemente ha cedido”,  escribió Newman en un artículo publicado en el Gran Continent.

Articulo de la semana

La OMS vigila de cerca a la nueva variante del coronavirus

En mayo de 2023, la pandemia terminó, pero el coronavirus llegó para quedarse y lo ha hecho con centenares de mutaciones que la Organización...

Entrevista exclusiva

Mi familia fue víctima de las enfermedades mentales: Mariel Hemingway

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) tan solo en el primer año de la pandemia, la ansiedad y la depresión...