El presidente estadounidense, Donald Trump, vuelve a su retórica impositiva utilizando los aranceles en forma de castigo y arma de presión. Esta vez anunciando aranceles del 25% a todas las importaciones de acero y de aluminio que realiza la economía norteamericana.
El anterior mandatario, el demócrata, Joe Biden, extendió estas cuotas a Gran Bretaña, Japón y la Unión Europea, y la utilización de la capacidad de las acerías estadounidenses ha disminuido en los últimos años. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo que los nuevos aranceles se sumarían a los aranceles existentes sobre el acero y el aluminio.
La Organización Mundial del Comercio sigue recibiendo quejas no solo de China, sino de diversos países que denuncian las políticas coercitivas implementadas por la administración Trump.
En medio de un rechazo más amplio contra la mano dura económica de Trump, el presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió en una entrevista transmitida el domingo que estaba dispuesto a ir «cara a cara» sobre los aranceles con el presidente estadounidense. «Ya lo hice, y lo volveré a hacer».
Macron le dijo a CNN que la UE no debería ser una «prioridad» para Estados Unidos, diciendo: «¿Es la Unión Europea su primer problema? No, no lo creo. Tu primer problema es China, así que debes centrarte en el primer problema». CH