Desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 perpetrados por Al Qaeda, el terrorismo volvió a posicionarse como una variable crítica para la seguridad y defensa de los países. Ni la CIA, ni el FBI, lo vieron venir aunque fue entonces un joven mandatario ruso, Vladimir Putin, quien llamó a su homólogo estadounidense, George Walker Bush, para compartir que sus fuentes de inteligencia esperaban un atentado en Estados Unidos y que él quería aclarar que Rusia no tenía nada que ver, si es que pasaba. Y pasó: dejó más de 3 mil personas muertas.
En ese momento, la mayor amenaza terrorista era Al-Qaeda y en la actualidad además de Al-Qaeda lo es el ISIS. Por eso, Estados Unidos formó una Coalición Global para Derrotar al ISIS y conceder financiamiento a países como Irak o Siria para que refuercen su seguridad y frenen el avance de los yihadistas.
El Departamento de Estado de Estados Unidos viene liderando este enfoque contra el ISIS para frenar su avance: en 2022, la Coalición dio la bienvenida a Benín como su miembro número 85 y el miembro número 13 del África subsahariana.
De acuerdo con información de dicha dependencia norteamericana, a pesar de los principales éxitos en la lucha contra el terrorismo, los grupos terroristas se mantuvieron resistentes y decididos a atacar.
“El ISIS desarrolla una campaña de terrorismo a gran escala en todo Medio Oriente, África y Asia. Si bien la muerte del líder de ISIS, Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi, en febrero, marcó un hito importante contra el grupo terrorista, ISIS siguió siendo capaz de llevar a cabo ataques a gran escala”, de acuerdo con la dependencia.
En 2022, el ISIS mantuvo una importante estructura operativa subterránea y llevó a cabo operaciones terroristas en Irak y Siria: “Se estima que unos 10 mil combatientes de ISIS, incluidos 1 mil 800 iraquíes y 2 mil combatientes de ISIS de fuera de Siria e Irak, también permanecían en centros de detención controlados por las Fuerzas Democráticas Sirias. Además, 18 mil sirios, 26 mil iraquíes y aproximadamente 10 mil nacionales de más de 60 países permanecen en los campamentos de desplazados de al-Hol y Roj, en el noreste de Siria”.
Y luego está la expansión vertiginosa que el ISIS está teniendo en África Occidental, coordinando además ataques asimétricos y creciendo en número de personas.
Mientras que, Al Qaeda también ha continuado expandiéndose creando una red global para atacar objetivos estadunidenses tanto en África, como en Medio Oriente.
“Hasta en Afganistán. Si bien los talibanes se comprometieron a impedir que los grupos terroristas utilizaran Afganistán para llevar a cabo ataques contra Estados Unidos y sus aliados, su capacidad para impedir que elementos de Al Qaeda, Tehrik-e-Taliban Pakistán e ISIS-K montaran operaciones externas es muy limitada”, según el Departamento de Estado de Estados Unidos.
A colación
De acuerdo con Anthony Blinken, Irán sigue siendo el principal estado patrocinador del terrorismo, facilitando una amplia gama de actividades terroristas y otras actividades ilícitas en todo el mundo.
“Ha planeado varios atentados con Estados Unidos y a nivel regional, Irán apoyó actos de terrorismo en Bahréin, Irak, Líbano, Siria y Yemen a través de representantes y grupos asociados como Hezbolá y las Brigadas al-Ashtar. A nivel mundial, el Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica y el Ministerio de Inteligencia y Seguridad siguieron siendo los principales actores de Irán involucrados en el apoyo al reclutamiento, la financiación y la conspiración de terroristas en África, Asia, Europa y América del Norte y del Sur”, según el Departamento de Estado de EU.
Dice la ONU que el año pasado, aproximadamente 23 mil personas perdieron la vida en diversos atentados terroristas cometidos en varias partes del mundo y que la cifra al cierre de 2023 será un 35% superior.
Y 2024, podría ser un año de múltiples atentados a propósito de la guerra de Israel contra Hamás en la Franja de Gaza que ya ha dejado, en cifras preliminares, más de 20 mil muertos palestinos por los bombardeos diarios.
En Estados Unidos, el director del FBI, Christopher Wray, ha advertido en numerosas ocasiones sobre el elevado nivel de amenaza terrorista, afirmando ante el Congreso que «evaluamos que las acciones de Hamás y sus aliados servirán como una inspiración como no hemos visto desde que ISIS lanzó su llamado califato hace años».
Los europeos también están preocupados: el semáforo está en rojo y el objetivo de los terroristas es que París caiga, los yihadistas la tienen en el punto de mira desde hace tiempo. El nuevo año por venir podría ser un rosario de atentados que nos dejarán dolor y tristeza.