Pavel Durov, el multimillonario de origen ruso cofundador de la aplicación de mensajería Telegram, fue arrestado en Francia en relación con una investigación sobre la actividad criminal que dicha plataforma permite que, sin ningún control, se comparta todo tipo de contenido incluido el pedófilo.
Durov, que tiene nacionalidad francesa, fue detenido en el aeropuerto de Le Bourget, a las afueras de París, el sábado por la noche después de llegar de Azerbaiyán en su jet privado. Su sorpresivo arresto ha desatado un debate sobre la libertad de expresión en todo el mundo y ha provocado una protesta en Moscú.
La fiscal de París, Laure Beccuau, dijo que la investigación se refería a delitos relacionados con transacciones ilícitas, abuso sexual infantil, fraude y la negativa a comunicar información a las autoridades.
Horas antes, el presidente francés, Emmanuel Macron, dio la primera confirmación de que Durov había sido detenido en el marco de una investigación judicial en relación con Telegram.
«En un Estado de derecho, las libertades se defienden dentro de un marco legal, tanto en las redes sociales como en la vida real, para proteger a los ciudadanos y respetar sus derechos fundamentales», escribió Macron en X, y agregó que el arresto «de ninguna manera fue una decisión política». «Corresponde al Poder Judicial, con total independencia, hacer cumplir la ley», dijo.
Un alto funcionario de Ofmin, una agencia francesa creada el año pasado para prevenir la violencia contra los niños, declaró que el arresto de Durov estaba relacionado con el fracaso de Telegram para combatir adecuadamente el crimen en la aplicación, incluida la difusión de material de abuso sexual infantil.
«En el corazón de este caso está la falta de moderación y cooperación de la plataforma (que tiene casi 1.000 millones de usuarios), en particular en la lucha contra los delitos contra los niños», escribió Jean-Michel Bernigaud, secretario general de Ofmin, en LinkedIn.
En un comunicado el domingo por la noche, Telegram señaló que Durov no tenía «nada que ocultar». «Telegram cumple con las leyes de la UE, incluida la Ley de Servicios Digitales: su moderación está dentro de los estándares de la industria y mejora constantemente. Es absurdo afirmar que una plataforma o su propietario son responsables del abuso de esa plataforma». CH