El euro emprende una carrera frente al dólar que ya llevó a la divisa de la eurozona a cotizar en máximos del 2024, por encima de los 1,115 dólares. Sin embargo, la renovada fortaleza del euro no se conformará con mantenerse en esta zona. El techo del euro del año pasado, en los 1,127, se sitúan a una subida del 1% desde los niveles actuales. Y esta brecha puede cerrarse en próximos meses si las políticas monetarias a ambos lados del Atlántico evolucionan a ritmos dispares.
El euro se dio la vuelta frente al dólar este verano. Y, con este giro, se puede dar por finalizado el proceso correctivo que se inició a mediados de julio del año pasado tras el desplome del euro desde esos 1,1275 dólares.
El asesor técnico de Ecotrader, Joan Cabrero, estudia la evolución del cruce entre estas dos divisas desde entonces y considera que la siguiente resistencia del euro se encuentra, precisamente, en los máximos del 2023. «Después de alcanzar y superar la resistencia de los 1,10, todo apunta a alzas hacia, al menos, los máximos del pasado ejercicio». comenta Cabrero.
Este sería el primer paso antes de dirigirse en busca de la zona de los 1,25 dólares, siguiente resistencia y objetivo, que es donde cotizaba en 2018: antes de los ajustes de los bancos centrales en sus políticas monetarias por los efectos de la pandemia. Y esta recuperación del euro será determinante para los inversores europeos que compren con esta divisa compañías de Wall Street.
Mientras que la divisa estadounidense reinó en el mercado de divisas durante la mayor parte del 2024, el Banco Central Europeo (BCE) se adelantó con el primer recorte de tipos de interés en más de cuatro años. Con el ajuste a la baja de 25 puntos básicos, el diferencial entre la referencia de la Reserva Federal (Fed) en el 5,5% y el del BCE, en el 4,25% (3,75% en la tasa de facilidad de depósito). Implica un salto los 125 puntos básicos. Es decir, el dólar encontró más motivos para sacar terreno a la divisa europea.
Pero en las últimas semanas, la expectativa del mercado ha cambiado. Aunque se presupone que el Banco Central Europeo seguirá flexibilizando su política monetaria también se espera que lo haga la Reserva Federal de Estados Unidos. Y, además, los recortes de la Fed llegarán más rápido o con mayor intensidad, según Bloomberg, lo que reducirá drásticamente esa diferencia de 125 puntos básicos entre la referencia del precio del dinero estadounidense y el de la eurozona.
Solo con la expectativa, y sin que se haya pronunciado siquiera el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en la cita de Jackson Hole, el dólar ya da un paso atrás en el mercado de divisas. De hecho, el billete verde se sitúa en mínimos de marzo frente a la cesta de las diez principales divisas del mercado, entre las que se incluye el euro. Como ejemplo, esta divisa saca ya un 1% desde el primero de enero llegando a cambiarse por menos de 1,05 dólares en su peor momento del 2024.
Quizá no todos los analistas esperan un rápido ajuste de tipos en Estados Unidos este año. «Muchos esperan una señal clara del presidente Powell a favor de una normalización acelerada del tipo de los fondos federales hacia el 4%, como indica la regla de Taylor. Por nuestra parte, somos circunspectos al respecto», comentó el responsable de inversiones de Julius Baer, Yves Bonzon. No obstante, los contratos OIS (overnight indexed swap, en inglés, que se utilizan habitualmente para prever dónde pueden situar los tipos de interés los bancos centrales en el corto plazo) estarían descontando que la Reserva Federal de Estados Unidos cerraría el año con los tipos al 3,75%. Por su parte, el BCE los dejaría en el 3% en el caso de la tasa de operaciones de refinanciación. Es decir, el mercado sí que está esperando un ajuste más rápido este año de la política monetaria en Estados Unidos.
Hay más divisas en el mercado y otros bancos centrales que pueden afectar al tipo de cambio del euro. La libra esterlina cede más de un 2% frente al euro en lo que va de año y fijando el cruce entre ambas divisas en las 0,849 libras. Por contra, el euro retrocede desde el primero de enero frente al franco suizo, el dólar canadiense o el yen japonés, con el cambio en los 162,16 yenes (el euro cede frente a la divisa nipona casi un 4% en 2024). CH