Más de 2.200 personas murieron o desaparecieron en el Mediterráneo mientras intentaban llegar a Europa en busca de refugio en 2024. La cifra, citada en un comunicado por Regina De Dominicis, directora regional para Europa y Asia central de la agencia de la ONU para la infancia, Unicef, revela el enorme drama humano que se queda en las aguas mediterráneas.
De acuerdo con Dominicis: «El número de muertos y personas desaparecidas en el Mediterráneo en 2024 ya ha superado las 2.200, con casi 1.700 vidas perdidas solo en la ruta del Mediterráneo central.
«Esto incluye a cientos de niños, que representan una de cada cinco personas que migran a través del Mediterráneo. La mayoría huye de los conflictos violentos y la pobreza».
En diciembre pasado, una niña de 11 años, que vestía un simple chaleco salvavidas y se aferraba a un par de cámaras de neumáticos, fue rescatada frente a Lampedusa. Le dijo a los rescatistas que había pasado tres días en el mar después de un naufragio que se presume mató a 40 personas.
Un mes antes, la ONG alemana Sea-Watch presentó una denuncia penal ante la fiscalía de Sicilia en la que acusaba a la guardia costera italiana de negligencia y homicidio múltiple por un naufragio frente a Lampedusa en el que murieron 21 personas. La ONG declaró que había notificado a las autoridades italianas de la existencia de un barco en peligro el 2 de septiembre, pero alegó que la guardia costera no envió un barco de rescate hasta dos días después.
Italia es uno de los principales puntos de desembarco de personas que intentan llegar a Europa, y la ruta del Mediterráneo central se considera una de las más peligrosas del mundo. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU ha registrado al menos 25.500 muertes y desapariciones durante la travesía del Mediterráneo desde 2014. La mayoría de las muertes o desapariciones se atribuyen a embarcaciones que parten de Túnez o Libia.
Según el Ministerio del Interior italiano, 66.317 personas lograron llegar a Italia en 2024, menos de la mitad que en 2023. A las políticas de línea dura del gobierno de Giorgia Meloni se les atribuye, al menos en parte, la disminución.
El acuerdo con Libia esencialmente empuja a las personas de regreso a campos de detención donde enfrentan torturas y otros abusos. En septiembre, The Guardian informó de los terribles abusos contra los migrantes en Túnez.
Un acuerdo de 670 millones de euros (556 millones de libras) para transportar a 3.000 personas interceptadas en aguas italianas cada mes a Albania, donde se procesarían sus solicitudes de asilo, entró en vigor en octubre y también se supone que actuará como un elemento disuasorio. Pero el plan hasta ahora no ha tenido éxito debido a problemas legales. CH