Algo falla en el sistema de becas. Un estudio realizado por EsadeEcPol refleja que las ayudas no cubren los gastos básicos de los hogares más vulnerables en las etapas de educación obligatoria y Bachillerato. Solo cuatro de cada diez hogares con menor poder adquisitivo reciben alguna beca. Además, parece que los efectos distan de ser tan progresivos como sería deseable: la reducción del gasto es más alta entre las familias de poder adquisitivo medio (unos 40 euros) y medio-bajo (25 euros), pero es de prácticamente 0 euros entre las de menor poder adquisitivo.
Además, el análisis de los datos del Ministerio de Educación realizado por Esade habla de un sistema con tasas de cobertura y sistemas muy variables entre autonomías: algunas equilibran cobertura vía becas y sistemas prácticamente universales de préstamos de material (Andalucía, Comunidad Valenciana); otras se apoyan mucho más en los segundos (Cantabria); y otras condicionan todo a criterios de renta que producen resultados de cobertura media o baja (Aragón) por ser notablemente restrictivos.
El estudio de EsadeEcPol toma como referencia la Encuesta del Gasto de Educación de los Hogares y la Encuesta de Presupuestos Familiares, ambas realizadas por el Instituto Nacional de Estadística. Como es normal en una economía con inflación, cada nueva vuelta al cole es la “más cara de la historia”. Pero eso no implica que el peso del gasto en material sobre el gasto total de los hogares vaya a situarse en máximos históricos. De hecho, comprobamos que, desde el verano de 2020, el IPC general ha crecido muy por encima de la mayoría de los productos que componen el material escolar, por lo que se ha reducido el peso de estos materiales en el total en el presupuesto de los hogares.
El gasto medio por alumno en material escolar varía enormemente según la etapa educativa, pasando de 100 euros por alumno en el primer ciclo de Infantil a 328 euros en Primaria, 398 euros en ESO, y culminando en 474 euros en Bachillerato. El factor que más contribuye al incremento del gasto por alumno entre etapas educativas son los libros de texto y los productos informáticos, que suponen más de la mitad del gasto a partir de Primaria y llega hasta un 70% en Bachillerato.
Los autores hablan de que es necesaria una mayor cobertura y cuantía de becas para las familias más vulnerables en todo el territorio, que podría lograrse estableciendo un umbral mínimo obligatorio a respetar por todas las comunidades autónomas y, si así lo deciden, ampliar. Un buen punto de partida para mejorar la tasa de cobertura de becas entre las familias con menores y bajos ingresos sería concederlas de oficio si reciben el Ingreso Mínimo Vital, lo que requeriría de la coordinación entre administraciones.
Con información de Cinco Días.
