España cerró 2023 con 29.301 puntos de recarga para vehículos electrificados de acceso público, aunque al menos 7.728 de estos cargadores continúan inoperativos. Así lo ha detallado el director de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), José López-Tafall, en la presentación del Informe anual del vehículo electrificado. La patronal señala que a pesar del crecimiento de paradas de recarga en un año (con cerca de 11.173 estaciones instaladas), el volumen de cargadores se sitúa lejos de los 45.000 que ambiciona Bruselas para reducir las emisiones de dióxido de carbono.
Al menos 1.141 puntos se han habilitado desde noviembre del año pasado, cuando se contabilizaron cerca de 9.000 estaciones inoperativas. Los restantes, ha explicado López-Tafalla, se encuentran a la espera de mantenimiento o de la autorización de las administraciones correspondientes para su habilitación. “Es necesario acelerar porque el despliegue de los puntos de recarga lleva mucho más tiempo que activar la demanda”, ha declarado el directivo.
“Nosotros tenemos los vehículos eléctricos e híbridos enchufables disponibles en los concesionarios. Si alguien compra ahora un vehículo, se lo lleva rápido, pero con la instalación de puntos de recarga no pasa lo mismo, especialmente con los de alta potencia, que apenas suponen el 5% del total de los que hay en España”, ha valorado el director López-Tafall en la presentación del informe.
La sensación desde la patronal es que España se está quedando atrás en la carrera comunitaria hacia la electrificación. López-Tafall cree que Europa se está partiendo en dos bloques, “el bloque de arriba cada vez va más rápido y el bloque de abajo que está luchando por mantener el ritmo; la única diferencia este año ha sido la bajada de la cuota en Alemania por la supresión de las ayudas a los híbridos enchufables en diciembre”, ha señalado. España, cree, se está quedando en la cabeza del grupo de los rezagados.
Los dos primeros meses del 2024 no han sido especialmente halagüeños para el sector, que se estanca con cerca de 9.000 vehículos enchufables vendidos, lejos del objetivo de 23.000, fijado por la patronal. López-Tafall vincula el frenazo con la incertidumbre causada por los elevados tipos de interés y explica que el inicio de año suele ser más lento. Aunque matiza que el fondo de problema es “el acelerado” ritmo de ventas al que el sector está obligado según los estándares de la Unión Europea.
El barómetro presentado en Madrid pone sobre la mesa la evolución del sector en el 2023, que aunque toma fuerza, transita lejos aún de los objetivos esperados. Distribuido por tipo de vehículos, la categoría que más crece es la de turismos, con un 12% de aumento, lo que equivale a 113.784 electrificados adicionales, un 2,4% más que los distribuidos en 2022 en comparación con 2021. Los comerciales ligeros, por su lado, aumentan un 6,8%, con cerca de 1.000 unidades vendidas. Este es un crecimiento que López-Tafall justifica ante el crecimiento de empresas de logística que realizan repartos interurbanos.
Los industriales, a su vez, suman 341 camiones electrificados al parque, lo que representa un aumento interanual del 1,2%. Por último, los autobuses experimentan un crecimiento del 14,3%. Este último buen dato está marcado, según el director de Anfac, por el incremento de autobuses de transporte público adquiridos por las Administraciones locales. “Aún no vemos que esta tendencia se traslade al servicio de transporte interprovincial”, ha puntualizado López-Tafall.