¿Es inevitable la recesión en Estados Unidos?
¿Se confirma que hay una burbuja de los siete magníficos de la tecnología?
¿Y si la Inteligencia Artificial ha sido tan sobrevalorada como lo fue el Metaverso?
¿Ha empezado la gran rotación?
Los inversores miran ya hacia atrás y ven una tormenta de verano, aunque saben que probablemente lo mejore del año ha pasado ya para los mercados financieros y lo que queda por delante es más volatilidad.
César Urrutia
Redactor de Economía en El Mundo, PDD en IESES y premio de periodismo Fundación Enaire 2016.
Se va un verano que, salvo el susto que produjo en sus primeros días la caída de la bolsa japonesa, ha respondido a las previsiones de lasitud y planicie que se otorgan a esta época del año. El detonante para lo que ocurre después en los mercados: inmediato contagio de las bolsas mundiales, los expertos lo atribuyeron a las conocidas operaciones de “carry trade”, endeudarse en la divisa japonesa con tipos de interés más bajos, Japón rondaba el 0%, y comprar deuda al 5% en Estados Unidos.
DETONANTES DE UNA TORMENTA DE VERANO
La subida del Banco de Japón de los tipos de interés al 0,25% tras haber mantenido una política ultralaxa y las expectativas de que los americanos bajen los suyos, hizo que se cancelaran las posiciones deudoras en yenes vendiendo deuda americana, lo que propicia el movimiento contrario depreciándose el dólar y el yen se aprecia lo que va en contra de los intereses de las empresas japonesas, que caen en picado en los mercados produciendo durante unos días una tormenta en las bolsas, salen precipitadamente seis billones de dólares de la renta variable, que afortunadamente empieza a normalizarse en menos de una semana, aunque dejando tocados muchos valores, especialmente tecnología y sobrevalorados.
Su lectura, sí, probablemente una tormenta de verano, pero la volatilidad ha aumentado y, lo peor, se comienza a pensar que lo mejor del año ha podido pasar para las bolsas.
EL ANUAL CONCLAVE DE JACKSON HOLE
Un año más y a finales de agosto, en Jackson Hole (Wyoming), organizado por la Reserva Federal de Kansas, se celebraba la cumbre anual de banqueros centrales, académicos y financieros de renombre internacional, para debatir sobre la eficiencia de las políticas monetarias sobre la economía. El presidente de la FED, Jerome Powell, quien no defraudó para responder a las demandas de certidumbre sobre la estrategia de tipos de interés de su institución. “Ha llegado la hora, dijo, de ajustar nuestra política monetaria para evitar un escenario económico adverso”. Sacándose la conclusión de que los Estados Unidos comenzaran a bajar sus tipos en este mes de septiembre, reunión del 17 y 18 de septiembre. Cuando ya en la primera quincena el BCE se había adelantado bajando un 0,25% los suyos.
Powell reconoció que los riesgos en el mercado laboral se han incrementado en los últimos meses (tasa de desempleo bajó en agosto una décima, hasta el 4,2%), al contrario de lo que sucede con la inflación, encontrándose ante un cambio de paradigma que determina tanto su estrategia como el ritmo a seguir para normalizar las condiciones crediticias. En este sentido es un hecho que la inflación se controla a este y al otro lado del Atlántico. Por ello, ahora que la inflación pierde altitud, el miedo es que la nave, la economía, se quede sin combustible. El propio Powell cree que después de tres años ya casi lo ha conseguido “mi confianza en que la inflación está en una senda sostenible de vuelta al 2% ha aumentado” dijo. En Europa, ya casi roza el 2%, estando solo dos décimas por encima, lo que también sucede en España (tres décimas). Por otra parte, la confirmación del inicio del proceso de rebaja de tipos puede configura un horizonte más previsible para los mercados en la recta decisiva de la campaña electoral en Estados Unidos.
ALIVIO DE LA INFLACIÓN
Aunque este alivio se encuentra más en el índice general donde se reflejan alimentos frescos y productos energéticos que, al no computar en la subyacente, esta sigue estancada en el 2,7% España y 2,8% Europa. Ojo con las decisiones, porque esta inflación se llama subyacente porque se entiende que subyace a la economía y es el reflejo de la tendencia que seguirán los precios a medio plazo, de ahí que su resistencia a la baja pueda ser preocupante. En concreto para el BCE esta inflación suele ser más relevante que la general. Sin embargo, el bajo crecimiento europeo (creció un 0,2% entre abril y junio, 0,9% pronostico cierre año; Alemania de nuevo en negativo en último trimestre) y de la inversión -tan sensible a los tipos de interés- los analistas siguen pronosticando dos rebajas más de tipos, antes de cerrar el año.
EL EURIBOR, POR FIN, REACCIONA A LA BAJA
A compas de los mensajes que han emanado del conclave de banqueros, el euribor, precio al que los Bancos intercambian su dinero, adelantándose o descontando lo que puedan hacer los bancos centrales es el primer beneficiario de este cambio de sesgo al que asistimos en la política monetaria. Este indicativo marcó niveles entre el 4% y 4,16% entre los meses de junio y noviembre del año pasado, encontrándose en los primeros días de septiembre en el 3,053% con tendencia a bajar del 3% en cortísimo plazo. Bueno para la inversión y para las hipotecas. Si la caída se consolida, los bancos podrían retocar a la baja las condiciones de los préstamos con el objetivo de aumentar la actividad en un negocio clave como el hipotecario.
LA ECONOMIA ESPAÑOLA AGUANTA FRENTE A EUROPA
Con la baza del turismo, un año más de récord, las exportaciones, el consumo público, el empleo y la digitalización están tirando de la actividad ante la atonía que se registra en Europa. Se espera para nuestro país un crecimiento en el año cercano al 3%, mientras Europa puede terminarlo en el 0,9% comentado, Alemania rondando el 0%, al hacerlo en negativo, -0,1%, en el segundo trimestre del año. El motor otrora de la economía europea, gripado.
España, está creciendo por encima de su potencial, encadena tres trimestres consecutivos de crecimiento alto, pero sigue sin despertar la inversión privada. Aproximadamente la mitad de los casi cinco puntos que ha aumentado el PIB respecto a finales del 2019 ha sido sector exterior y la otra mitad, consumo público, este último encontrándose un 12% por encima del periodo pre-covid.
Las serias incógnitas que pueden afectar al crecimiento futuro se centran en la indefinición actual de una política monetaria con el freno de unos Presupuestos prorrogados o, con el techo del gasto sin aprobar, lo mismo ocurre con la senda fiscal. Todo en un contexto donde se acerca el cese total de compra de deuda por parte del BCE, teniendo que financiarnos en los mercados con un mayor coste y en consonancia con nuestra prima de riesgos que, afortunadamente sigue dando síntomas de estabilidad
LOS MERCADOS DE RENTA FIJA ¿HA LLEGADO SU HORA?
La política restrictiva parece llegar a su fin, ello y la volatilidad que se viene produciendo en el mercado desde las primeras semanas de agosto y su amago de tormenta, hace que la mirada con más justificación se pose en los bonos. Es un entorno el entrante que va a cambia las bases para valorar estos, antes emisiones que van a salir con tipos más bajos. Las letras del Tesoro, son un ejemplo adelantado reaccionando a la baja inmediatamente su retribución en las subastas. La operativa que se da es muy simple: cuando los inversores sopesan expectativas de bajadas de tipos, compran deuda que ya está en circulación, asegurándose con ello cupones más elevados, lo que hace que se revaloricen en precio estos bonos que se mueven de manera inversa a la rentabilidad. Así obtendrían ganancias adicionales de venderlos en el mercado secundario.
Cuanto mayor es la duración de los bonos (plazo hasta su vencimiento) más se ven afectados por el cambio de expectativas sobre los tipos de interés, no por otra razón y, con horizontes menos claros, hemos venido aconsejado duraciones cortas, que implicaban menor riesgo. Por ello, ahora, cambiados estos se apuesta por duraciones, vencimientos más largos, entre 5 y 10 años, que pueden revalorizarse más por precio y cuyos cupones vienen superando a la inflación.
No debemos dejar de pensar que exista riesgo, porque si las previsiones de bajadas de tipos fallan o lo hacen a menor ritmo al que confiaron los compradores, se producirán ajustes bajando los precios en el mercado y generando ventas, algo que ocurrió y recordamos en los años 2021 y 2022. No parece necesario repetir, que son ajenos a estos riesgos los que compren el bono para mantener hasta el vencimiento: cobrar rigurosamente sus cupones y recuperar lo invertido cuando llegue aquel. Distinguir también entre la deuda soberana, de los países, con menor riesgo que la deuda corporativa, la que emiten las empresas, que tiene el añadido de que sea mayor aquel. Normalmente por ello emiten y según su rating (calificación crediticia) ofreciendo tipos más altos que la deuda soberana. Son títulos que tienen un mayor riesgo de impago, que se exacerba en caso de recesión, hasta poder perder lo invertido.
RENTA VARIABLE, ACCIONES, SE SOBREPONDERA EUROPA
En el caso de las acciones, las señales mixtas comentadas de empleo de Estados Unidos mantienen vivas las dudas sobre la desaceleración del país y la magnitud del inminente recorte de tipos de la FED. Estas dudas vienen arrastrándo a los mercados europeos. La debilidad reciente del mercado de acciones estadounidense, que lleva la batuta de la renta variable global, no tiene visos de diluirse a corto plazo. Los analistas están divididos entre los que piensan que la FED bajara los tipos el 18 de este mes 25 puntos o aquellos que ven la rebaja en 50 puntos básicos.
Todo ello apunta a una sobreponderación del Euro Stoxx 50 y mantenerse neutrales en el S&P. Prevalece pues, el consejo favorable sobre Europa. En el caso de las tecnológicas USA, el ruido a corto plazo en el sector no modifica los pilares que han impulsado a estos gigantes y los expertos apuestan por aprovechar los retrocesos para aumentar posiciones. Ya hay que ser valientes. En el caso de nuestro Ibex, viene marcando en esta primera quincena del mes, máximos desde julio del 2015, ganando un 14,24% en lo que va de año ¿está todo el pescado vendido?
En la Bolsa española los dividendos siguen siendo altos, al igual que en Europa (nos remitimos a gráficos que se acompañan) y donde todos los valores que se reflejan baten ampliamente a la inflación en retribución. En cuanto a sectores, tecnológicas, inmobiliarias y compañías de automoción se benefician de las bajadas de tipos, no así los bancos. No olvidemos que los recortes de tipos suelen ser favorables para los mercados, y esta vez no serán la excepción. Sin olvidar que la inversión a través de fondos, la que aconsejamos, los nominados en renta variable vienen batiendo récords de rentabilidad tanto los de Bolsa global, Bolsa de Estados Unidos y Bolsa europea. El mercado sigue ofreciendo oportunidades para entrar en fondos con la perspectiva de ganar dinero a medio y largo plazo.
En la Bolsa española hay compañías muy fortalecidas tras sus resultados: Naturgy, Iberdrola, IAG, Colonial y GCO. A las que habría que añadir por potencial: CaixaBank, Logista, Maprfe y Repsol.En el tablero europeo: aseguradoras Axa, Allianz, la de defensa Rheinmettall o otras como Ferrari, Adidas y Sportify. En cuanto a valores que han ganado atractivo con el paso de agosto, gangas que deja el mes, en España: Aena, Amadeus, Ferrovial, Indra y Repsol. Entre los internacionales: Amazon, AXA, Chevron, LVMH, Qualcom, RWE y Stellantis. Para andar tranquilos se aconsejan: Ebro Foods, Catalana de Occidente, Iberdrola, Logista e Inditex. Pero, especialmente empresas con deuda, sean los casos de Iberdrola, Endesa, Redeia y Enel se benefician de la bajada de los tipos de interés. Es también el caso de las telecomunicaciones, Orange, el sector inmobiliario Colonial, o concesionarios Sacyr y Cellnex.
EL DESMADRE DE LA VIVIENDA, OTROS ACTIVOS ALTERNATIVOS
Los depósitos que estaban despertando se comienzan de nuevo a esconder, ante la inequívoca dirección bajista del Euribor. Las letras del Tesoro, sus subastas, confirman el inicio de las bajadas de la rentabilidad que ofrecen. El oro y la plata se convierte en activos atractivos, pudiendo entrar en estos mercados a través de ETFs, fondos, acciones de las propias compañías extractoras o compras físicas del propio activo.
La vivienda se revaloriza en el año un 11%, una barbaridad con lo que lleva acumulado de subidas. La bajada de los tipos de interés va a favor de las subidas al potenciar una demanda ya de por sí tensionada, ante una oferta que sigue siendo plana y con crecimiento demasiado lento. Las previsiones es que los precios sigan al alza por lo que es un buen momento para invertir en este mercado, máxime con la subida en paralelo y descabellada de los alquileres en cotas inasumibles lo que está dando lugar a fraccionamiento del espacio útil de las viviendas y a alquiler de habitaciones con precios absolutamente abusivos. En muchas capitales se ha agotado, valga el ejemplo, la oferta para estudiantes y para los llamados nómadas digitales. La Ley de la Vivienda se viene demostrando ineficaz, al igual que el epígrafe que afecta a los alquileres. El coctel diabólico no está completo sin añadir la falta de regulación y limitación de la vivienda turística. Todo sumido en un bucle peligroso y preocupante que amenaza con estallar en lo social y económico.