La calidad del aire en San Pedro Sula, la segunda ciudad más grande de Honduras, ha sido catalogada como la más contaminada del continente americano debido a los incendios forestales y las condiciones climáticas agravadas por El Niño y la crisis climática.
QAir, una organización suiza de calidad del aire que extrae datos de más de 30.000 estaciones de monitoreo en todo el mundo, advirtió que la calidad del aire en la ciudad de alrededor de un millón de habitantes ha alcanzado niveles «peligrosos».
Esta organización descubrió que los niveles de PM2,5 (partículas peligrosas en el aire de menos de 2,5 micrómetros de diámetro) alcanzaron los 249,1 mcg/m³ en los últimos días. Las directrices de la Organización Mundial de la Salud establecen que las concentraciones medias anuales no deben superar los 5 mcg/m³.
Las autoridades hondureñas han elevado el nivel de amenaza a su nivel más alto en la mayoría de los departamentos del país debido a los riesgos para la salud pública, y aconsejaron a las personas que cierren las ventanas y permanezcan en el interior para evitar la exposición al aire contaminado.
El secretario de Educación, Daniel Sponda, dijo que las escuelas públicas y privadas serán cerradas temporalmente debido al «riesgo a la integridad física de la comunidad educativa». La Secretaría de Salud ha registrado un aumento del 20% en pacientes con infecciones respiratorias.
«Hemos visto un fuerte aumento en las emergencias respiratorias, especialmente dentro de las poblaciones vulnerables, como los niños y las personas mayores», dijo Cristóbal Bustamante, director nacional de la unidad de emergencias médicas de la Comisión Permanente de Contingencia de Honduras. «También hemos registrado un aumento en las complicaciones cardíacas y un asma exacerbada».
Bustamante afirmó que los altos niveles de contaminación del aire pueden dañar las vías respiratorias, desde la irritación y la inflamación hasta el daño celular y el agravamiento de las enfermedades respiratorias existentes.
Las nubes de contaminación del aire que se ciernen sobre las ciudades hondureñas han sido tan espesas que en los últimos dos días, varios aviones que debían aterrizar en San Pedro Sula se vieron obligados a desviarse a países vecinos porque los pilotos no podían ver las pistas. Desde entonces, varios aeropuertos de Honduras han tenido que cerrar.
«Nunca hemos tenido que cerrar el aeropuerto debido a la calidad del aire, así que es la primera vez para nosotros», dijo Abraham Manun, jefe de operaciones del aeropuerto internacional Ramón Villeda Morales en San Pedro Sula. «Está fuera de nuestras manos e interrumpe todo el comercio aéreo hacia y desde Honduras, que fluye principalmente a través de nuestro aeropuerto. Tuvimos que cancelar o desviar cinco vuelos internacionales y 12 nacionales. No hay nada que podamos hacer al respecto más que esperar».
La contaminación del aire ha sido causada por los agresivos picos de temperatura durante el fenómeno de El Niño, que ha afectado «el corredor seco» que atraviesa Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala.
El Niño aumenta las temperaturas y disminuye las precipitaciones, lo que provoca sequías, especialmente en todo el corredor seco. Más de 3,4 millones de personas en Centroamérica dependen de la ayuda, y los expertos advierten que El Niño alcanzará niveles extremos este año, poniendo en riesgo a más personas que nunca.
Debido al clima seco y al intenso calor, Honduras está experimentando un fuerte aumento de los incendios forestales. El Instituto de Conservación Forestal de Honduras ha documentado 2.598 incendios que han devastado 211.292 hectáreas (5,2 millones de acres) en todo el país en 2024. CH
