La Corte Internacional de Justicia (CIJ), el máximo tribunal de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ordenó a Israel que detenga «inmediatamente» la matanza que lleva a cabo en Rafah.
La Corte, con sede en La Haya, también pide que se detenga «cualquier otra acción llevada a cabo en la provincia de Rafah que pueda infligir al grupo de palestinos de Gaza condiciones de vida capaces de provocar su destrucción física o parcial». Las órdenes de la CIJ, que resuelven disputas entre estados, son legalmente vinculantes, pero no tiene forma de hacerlas cumplir.
El tribunal también ordenó a Israel mantener abierto el cruce de Rafah para permitir el acceso «sin restricciones» a la ayuda humanitaria. Por último, el tribunal pidió la liberación inmediata de los secuestrados por Hamás durante su ataque del 7 de octubre de 2023 contra Israel.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reunirá con varios ministros de su gobierno en una conferencia telefónica para «consultar» sobre la decisión. Netanyahu está contra las cuerdas cada vez más señalado por genocidio a nivel internacional.
Por su parte, el movimiento islamista palestino Hamás acogió con beneplácito la decisión de la CIJ, al tiempo que deploró que no afectara a toda la Franja de Gaza. «Lo que está sucediendo en Jabaliya y otras áreas de la zona no es menos criminal y peligroso que lo que está sucediendo en Rafah», dijo el movimiento que ha estado en el poder en Gaza desde 2007.
Es Sudáfrica la que ha remitido el asunto a la Corte Internacional de Justicia, queriendo que ésta ordene a Israel que ponga fin inmediatamente a todas las operaciones militares y facilite el acceso a la ayuda humanitaria.
La medida se produce días después de que el fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, solicitara órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, su ministro de Defensa y tres líderes de Hamás por presuntos crímenes cometidos en la Franja de Gaza e Israel. CH