La Organización Mundial de la Salud ha alertado de una nueva variante del coronavirus, denominada NB.1.8.1, que ha sido recientemente incluida en su listado de variantes «bajo vigilancia», tras registrarse un aumento relevante de contagios y hospitalizaciones en distintos países.
Eso sí, considerando la evidencia disponible, el riesgo para la salud pública que representa la variante NB.1.8.1 se considera bajo a nivel mundial. Aunque la incidencia sigue una tendencia al alza y ha aumentado simultáneamente el número de casos y hospitalizaciones en algunos países de las regiones del Mediterráneo Oriental, el Sudeste Asiático y el Pacífico Occidental, los datos actuales no indican que esta variante provoque una enfermedad más grave que otras variantes en circulación.
«Se espera que las vacunas contra la Covid-19 actualmente aprobadas sigan siendo eficaces contra esta variante, tanto en casos sintomáticos como graves»
Teniendo en cuenta el impacto que la nueva variante de coronavirus ha tenido hasta ahora, la organización considera que el riesgo para la salud pública es «bajo». Eso sí, «la vacunación sigue siendo una intervención clave para prevenir la enfermedad grave y la muerte, especialmente entre los grupos de riesgo», ha subrayado.
En cuanto a los síntomas asociados a NB.1.8.1, han indicado que no difieren significativamente de los que se han venido observando en otras variantes del SARS-CoV-2. Estos son: Fiebre, tos, fatiga, dificultad para respirar, congestión nasal, dolor de garganta, pérdida del gusto o del olfato y dolor muscular; así como vómitos y diarreas.