El presidente francés, Emmanuel Macron, está organizando una conferencia con poca antelación en París diseñada para demostrar que Europa y Estados Unidos tienen la determinación política y los medios militares para derrotar a Vladimir Putin en Ucrania.
Sin embargo, la conferencia a la que asistirán 20 líderes europeos, entre ellos el canciller alemán, Olaf Scholz, y el ministro de Relaciones Exteriores británico, David Cameron, ha dejado a algunas potencias occidentales cuestionando el valor de otra reunión a menos que Macron tenga propuestas específicas para impulsar la producción de municiones en toda Europa.
Las tropas ucranianas se retiraron el lunes de una aldea cercana a Avdiivka, que fue capturada por las fuerzas rusas este mes, ya que Ucrania ha dicho que la falta de municiones está obstaculizando su capacidad para luchar.
Estados Unidos y Canadá estarán representados en la reunión de París por funcionarios de relativamente bajo nivel. Las potencias occidentales en el Consejo de Seguridad de la ONU el viernes, y en una declaración del fin de semana de las principales naciones industrializadas del G7 en el segundo aniversario de la invasión rusa, enviaron claros mensajes de solidaridad con Ucrania.
Macron no asistió a la conferencia de seguridad de Múnich hace ocho días, una importante reunión de figuras políticas y militares occidentales, ni se unió a la presidenta del G7, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en una videollamada del G7 desde Kiev.
Los asesores de Macron dijeron que sentían que la conferencia de Múnich generó una atmósfera excesivamente pesimista sobre las perspectivas de que Ucrania pueda derrotar a Putin u obligarlo a negociar.
Macron es un firme partidario de una mayor autonomía europea y le gustaría que las potencias europeas, incluido el Reino Unido, pensaran más estratégicamente sobre cómo ayudar a Ucrania en caso de que Donald Trump sea elegido presidente de Estados Unidos y se retire de la OTAN o ponga fin al apoyo militar a Ucrania.
Líderes más atlantistas como Meloni, Scholz y Cameron, reconocen que Europa tiene que demostrar a los votantes republicanos que está haciendo valer su peso en Ucrania, pero no quieren planificar sobre la base de que Estados Unidos abandonará Europa, argumentando que incluso con Trump en el poder será posible mantener viva la alianza transatlántica.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, ampliamente apoyado como próximo secretario general de la OTAN, asistirá a la conferencia de París. Los funcionarios franceses insisten en que no hay ningún escenario en el que Putin gane y Occidente no pierda.
Una dificultad es que no existe un único organismo responsable de coordinar la solicitud de armas de Ucrania, y que las reuniones en Ramstein (Alemania), a las que asisten los partidarios de Ucrania, no cuentan con el servicio de una sola secretaría.
Los funcionarios reconocen que es necesario un aumento cualitativo en la velocidad con la que la munición militar llega a Ucrania y, a corto plazo, quieren identificar fábricas que puedan impulsar la producción, así como a medio plazo enviar un mensaje claro a la industria de defensa europea de que se realizarán pedidos garantizados en el futuro previsible.
La Unión Europea no cumplió su objetivo de enviar a Ucrania un millón de rondas de proyectiles de artillería para marzo, y diferentes países tienen varios planes para comprar municiones. CH
