Cuenta el abuelo que de niño él jugó
Entre árboles y risas, y alcatraces de color
Recuerda un río transparente y sin olor
Donde abundaban peces, no sufrían ni un dolor
Canción de Maná
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Han pasado seis años desde que la 4T se instaló en Palacio Nacional, han pregonado que son un gobierno diferente, humanista y que vela por los más pobres, con respeto a las libertades y un gobierno de vanguardia, nada más falso se trata solo de la narrativa oficialista y populista, solo hay que voltear la mirada hacia sus obras emblema y entender que son un fracaso o están en vías de serlo y que representan un riesgo medioambiental.
Como ejemplo está el Tren Maya, dijeron que estaría terminado en el 2023, estamos por terminar el 2024, López ya se fue a su rancho y aquel tren de diésel no opera al cien por ciento, y está muy lejos de ser el detonante económico y de abundancia para los pueblos originarios de la región.
Para la historia que juzgará al Pejelagarto quedan las pruebas irrefutables de un ecocidio en uno de los pulmones no solo de México sino del mundo. La tala indiscriminada de 6 mil 659 hectáreas de árboles, aunque el tabasqueño ofreció que no se talaría ni uno. El incremento en el costo de la construcción de 708.2 millones de pesos a 143 mil millones de pesos y la corrupción denunciada en investigaciones periodísticas. Una obra sin estudios de impacto ambiental que ha desplazado a la fauna nativa y modificado su habitad.
Ahora se da a conocer un contrato por 9 millones de pesos para ahuyentar y hasta para sacrificar a especies que amenacen las vías del Tren Maya. La tarea es para la empresa Susoma Soluciones Ambientales que ha recibido severas críticas en redes sociales y ambientalistas preparan manifestaciones en su contra.
Recientemente, la clasificación de especies endémicas y en peligro de extinción como fauna nociva para la operación ferroviaria ha encendido nuevamente las alarmas entre ambientalistas, investigadores y organizaciones de la sociedad civil.
Entre las especies señaladas por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y Tren Maya, S.A. de C.V. se encuentran el jaguar, el tapir centroamericano y el venado cola blanca. Estas especies, icónicas de la biodiversidad de la región, han sido clasificadas como potenciales amenazas para la seguridad y eficiencia del proyecto ferroviario.
Este servicio incluye métodos para ahuyentar, capturar, reubicar e, incluso, en casos extremos, sacrificar a los ejemplares que representen un peligro. Esta medida ha generado una fuerte crítica, ya que contrasta con las obligaciones internacionales y nacionales en materia de conservación de la biodiversidad.
A esto se suma que bandas emblemáticas como Maná durante su último concierto en el Palacio de los Deportes la banda hizo un llamado a cuidar el medio ambiente de igual forma durante el cierre del año musical del grupo Caifanes, el cantante recordó indignado los reportes periodísticos de que la Secretaría de la Defensa Nacional contrató el servicio de manejo de fauna nociva para las para las operaciones ferroviarias.
Pero así se las gastan los que gobiernan, navegan con una bandera, pero luego viene la contradicción. La semana pasada, en votación unánime de 117 votos, el Senado aprobó la reforma que eleva a rango constitucional la protección y cuidado animal. Algunos legisladores se hicieron acompañar de sus mascotas y hoy no dicen ni una palabra, no son capaces de criticar el maltrato, que, aunque nieguen, hay y por contrato.
Al segundo piso de la 4T no le queda más que solapar la herencia que les dejó el ganso y la mentalidad retrógrada disfrazado de progreso que devastó la selva Maya… pero mejor ahí la dejamos.
Hasta la próxima.