La inteligencia es un accidente de la evolución,
y no necesariamente una ventaja.
Isaac Asimov
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Estimado lector, ¿Alguna vez ha escuchado el silencio? O… ¿Ha tenido momentos de introspección profundos? Seguramente así ha sido. Mejor aún ¿Ha experimentado la soledad? ¿La desesperación? Imagine ahora que eso sucede a miles de kilómetros en la inmensidad del espacio exterior.
Hace unos días dando vueltas y vueltas por las plataformas de películas y buscando que ver, me reencontré con “Gravity”, seguramente la recuerda. Se trata de un film del año 2013 ganador de 7 premios Óscar, dirigido por el mexicano Alfonso Cuarón y protagonizada por Sandra Bullock y George Clooney.
Que conste que no se trata de hacer spoiler, pero… a miles de kilómetros del planeta, en la inmensidad del cosmos dos astronautas se enfrentan a su peor pesadilla, aislados y a la deriva luchan por sobrevivir, luego de un accidente que los deja sin esperanza de rescate. Había olvidado que la película sumerge al espectador en un viaje claustrofóbico que explora los límites de la resistencia y la fragilidad contra la inmensidad del universo.
Uno de los aspectos más impresionantes de la película es la recreación de la ingravidez, un verdadero reto para el director quien con su equipo logró crear una sensación de vacío y desorientación que nos transporta directamente al espacio. Cada movimiento y cada giro estuvieron planeados para que el espectador sintiera la angustia de los protagonistas. Como dato curioso, un reportero preguntó con «toda seriedad» sobre las dificultades que tuvieron para grabar en el espacio.
Como si fuera parte de la película, pero le aclaro que se trata de la pura realidad, se ha dado a conocer que una tripulación a bordo de la Estación Espacial Internacional se encuentra en una situación crítica. Una falla ha dejado varados a Suni Williams y Butch Wilmore en órbita, con suministros limitados y una conexión de comunicación intermitente.
Ya incluso se habló que los astronautas de la NASA permanecerán allí de momento hasta el 3 de septiembre, según confirmó la agencia espacial estadounidense y Boeing, la compañía responsable de Starliner, la nave que Williams y Wilmore están probando por primera vez con tripulación en el espacio y que lleva dando problemas desde incluso antes del lanzamiento.
Los problemas empezaron ya antes del despegue. Tras años de retrasos y dos pruebas sin tripulación, por fin la nave estaba preparada para lanzarse con astronautas a bordo el pasado 6 de mayo.
El desafío para rescatar a los astronautas se cataloga como una operación extremadamente compleja y arriesgada por factores como la microgravedad, las radiaciones y las grandes distancias hacen que cualquier expedición sea un desafío para las agencias espaciales de todo el mundo y la humanidad.
Este incidente pone de manifiesto la importancia que la cooperación internacional tiene en la exploración, sobre todo porque el tictac del reloj avanza y se encuentra comprometida la seguridad de los tripulantes.
Los ojos del mundo están puestos en la Estación Espacial Internacional mientras los equipos de rescate trabajan para traer a casa a los astronautas. Como suele decirse la ficción supera a la realidad y próximamente seremos testigos del desenlace. Y dígame estimado lector ¿Quién no ha sentido alguna vez un escalofrío al mirar hacia arriba y contemplar la inmensidad del cosmos que queremos conquistar?
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Hasta la próxima.