Engel & Völkers acaba de poner a la venta el piso más caro de la historia de Valencia. Ubicado en primera línea de la Alameda, muy cerca del Palau de la Música y de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, este ático-dúplex comercializado en exclusiva por la inmobiliaria tiene un precio de 8,6 millones de euros. La vivienda, que suma 680 metros cuadrados construidos en dos plantas, ofrece unas vistas incomparables al antiguo cauce del río Turia.
“Esta propiedad supone un hito comercial en Valencia, ya que nunca hasta la fecha se había comercializado una vivienda que superara la barrera de los 8 millones de euros”, destaca Alfonso Casillas, director de ventas de Engel & Völkers Valencia, en una nota enviada por la compañía.
“Hasta ahora no se conoce un lujo similar en la ciudad”, añade Casillas al explicar que “Valencia está de moda y prevemos que la comercialización de este ático supondrá un punto de inflexión para el mercado”. Configurada como un gran mirador de la ciudad de las Artes y las Ciencias. La vivienda dispone de cinco dormitorios, seis baños, sauna finlandesa y un baño turco y se distribuye en dos plantas.
En la inferior, donde los espacios privados están diseñados con áreas amplias para maximizar la comodidad y privacidad, existe una clara diferenciación entre las zonas de día y de noche, mientras que la superior está planteada a modo de pabellón con usos más lúdicos destacando la extensa terraza, la piscina climatizada con jacuzzi.
Ambas se comunican mediante una escalera artesanal y helicoidal de gran ligereza, concebida como pieza escultural que domina un espacio a doble altura. En la propiedad predominan los espacios abiertos y continuos que se compartimentan con elementos móviles para generar distintos ambientes. Incluso la cocina, donde destaca la isla de piedra natural que simula estar flotando, crea un equilibrio perfecto entre las proporciones y los distintos materiales nobles utilizados en su decoración.
La inmobiliaria alemana especializada en viviendas de lujo añade además que la vivienda está “configurada como un gran mirador por el equipo del despacho Gallardo Llopis Arquitectos, y con el sello distintivo de la constructora BFM Aedificatoria, la vivienda destaca por su combinación de líneas y curvas finas en un diseño único. La iluminación, planificada minuciosamente, logra una atmósfera íntima y acogedora ajustable mediante tecnología domótica que permite adaptar la temperatura del color a cualquier situación: desde una cálida luz de ambiente a otra más estimulante o una tercera sobria luz de trabajo”. Con información de Cinco Días.