La primera aparición global de Donald Trump en su segunda presidencia se ha producido este jueves con una intervención por videoconferencia en el foro de Davos y el simple pero contundente mensaje de nacionalismo proteccionista del republicano no ha podido sonar más alto y claro. «O vienen a Estados Unidos a fabricar sus productos o pagan aranceles».
«Si vienen les daremos algunos de los impuestos más bajos de cualquier país del mundo pero si no lo hacen, y es su prerrogativa, tendrán que pagar aranceles, de distintas cantidades pero aranceles, que conseguirán cientos de miles de millones de dólares para nuestro Tesoro para fortalecer nuestra economía y pagar nuestra deuda», ha dicho el mandatario. Es cierto que los aranceles puede imponerlos por su cuenta, pero para rebajar los impuestos necesita la aprobación del Congreso, y pese al control republicano de las dos Cámaras es algo que por ahora no tiene garantizado.
La Unión Europea ha aparecido también en las palabras de Trump. Y el mensaje para el viejo continente ha sido igualmente uno de amenazante advertencia. «La UE nos trata muy mal, de forma muy, muy injusta. Vamos a hacer algo al respecto», ha dicho sin dar respuesta concreta al gran interrogante que recorre Europa desde su vuelta: qué es ese algo.
La lista de supuestos agravios de la UE que ha enumerado incluye desde la burocracia hasta la queja frecuente de que Europa «no compra productos agrícolas o coches» estadounidenses. También, los gravámenes. Y además ha acusado a la UE de perseguir a titanes tecnológicos como Apple o Google con grandes multas y casos legales, que ha llamado «otra forma de tasación».
En el discurso Trump ha proclamado por primera vez en un foro global y oficialmente que va a pedir a los miembros de la OTAN que eleven su gasto en Defensa al 5% del PIB, por encima del objetivo actual del 2% que algunos países, con España a la cabeza, no alcanzan.
Asimismo, ha urgido a Riad a bajar los precios del petróleo, una decisión que asegura que presionaría a Rusia para poner fin a la guerra en Ucrania. En referencia a ese conflicto, ha insistido en su intención de hablar pronto con Vladímir Putin y en que «Ucrania está lista para llegar a un acuerdo». Después de hablar por teléfono el fin de semana con Xi Jinping, Trump se ha dicho esperanzado de que China pueda ayudar a lograr la paz. «Tienen mucho poder sobre la situación», ha asegurado sobre Pekín.
«Con los precios de crudo bajando demandaré que los tipos de interés bajen inmediatamente, y de la misma manera deberían bajar en todo el mundo», ha dicho también el estadounidense, que una vez más ha obviado la independencia de la Reserva Federal.